viernes, 1 de febrero de 2008

Esas pequeñas cosas

Cuarto día en la Oficina.
Ha llegado el pedido de víveres innecesarios que hice en Carrefour Online y resulta que, en lugar de 10 packs de seis botellas de 0,5l de agua, los pedí de litro y medio. Oh vaya, creo que lo superaré.
El lunes (mi primer día) estuve ayudando al Magnate a desempacar unas enormes cajas de cartón repletas de papeles y recuerdos de su anterior oficina. Al terminar, el Chófer y yo depositamos todas estas cajas vacías junto a la puerta de la Ofi, pero por fuera: en la zona común de nuestra querida segunda planta (que compartimos con otras tres empresas más).
Ayer miércoles el Magnate me preguntaba asombrado cómo era que las cajas aún seguían allí, entorpeciendo la bella vista común. Se sorprendió aún más cuando le expliqué que el servicio de limpieza (que yo misma contraté el martes) no empezaría hasta el lunes próximo, y de ahí que las molestas cajas no se hubieran evaporado todavía. El Magnate, si bien es un ser que vive en una esfera de la realidad harta alejada de la mía, es una persona razonable, y me dio las gracias por todas las gestiones realizadas "pero por favor, que esas cajas no estén allí mañana". Para lo cual tengo un plan: ya le he pedido al Conserje que avise a las señoras de la limpieza que vienen esta tarde (a limpiar otras oficinas, no la nuestra) que por favor retiren las cajas; y por si acaso voy a dejar una notita en dichas cajas que ponga en mayúculas, como gritando, "CAJAS PARA TIRAR".
Entonces, en el baño que compartimos las cuatro empresas de la planta, me he puesto a pensar en la cara de odio inmenso que pondrá la chica de la limpieza cuando vea mi cartelón. Ya sé que es su trabajo, pero no puedo dejar de pensar en la división tan marcada y tan apestosa que hay en todas partes: los que sirven y los que son servidos.
Y de pronto me he imaginado al Magnate y a la señora de la limpieza desconocida juntos en una situación real de catástrofe de algún tipo, como en Lost/Perdidos pero de verdad, cuando todas las personas son iguales porque nadie sirve a nadie.
No niego la evidencia de que aquellos que han podido gozar de una buena educación estarán más cualificados para algunas cosas que otros que no la han tenido. Pero, ¿cuántos médicos rumanos trabajan de camareros?, ¿cuántos ingenieros nigerianos venden en el top manta? El caso es que me he imaginado a la desconocida señora de la limpieza teniendo que entrar en la Oficina para preguntar que qué hace con las cajas y que yo ya me había marchado, y que el Magnate le contestaba muy educadamente pero pensando para sí "y qué demonios hago yo alternando con la señora de la limpieza, si para eso tengo una asistente".
No sé, puede que sólo sean prejuicios míos y que, como el propio Magnate dice, ni a él ni a nadie en esta Oficina se le caen los anillos por tener que echar una mano en lo que haga falta... pero creo que no es cierto del todo. Y lo malo es que no es cierto porque hay muchas cosas que, simplemente, ni se les pasan por la cabeza, porque están tan acostumbrados a ser subidos, bajados, llevados, traídos, que en su realidad todas estas pequeñas cosas no merecen ni un segundo de su atención, puesto que siempre han estado y estarán cubiertas. Nunca se han visto en la tesitura de no tener 1,15 euros para poder coger el Cercanías para llegar a la Ofi: esas pequeñas cosas que a tantísima gente impiden avanzar hacia una vida menos servil.

1 comentario:

takel dijo...

Je,je! esa niña pija..., tengo una pequeña discrepancia contigo, sabes que curro en una residencia de mayores y que estoy en un puesto ejecutivo pero de trato directo con los residentes. Cuando dices que hay gente que habla por hablar, diciendo que no se le cairian los anillos por hacer algo, no veo a mi padre ayudando a una auxiliar a duchar a alguien, y por experiencia se que si haces el trabajo de otra persona la susodicha termina por no hacerlo y te toca hacerlo a ti, recriminarselo (ya que es su trabajo)y luego encima soportar al superior diciendote que ese no es tu trabajo y que lo tendria que realizar a la persona que pagas para ello. en fin me he liado mucho pero en resumidas cuentas sigue escribiendo y desahogandote y el 9 de fiesta en casa de pepote.
muchos besos