jueves, 15 de abril de 2010

¡Regalos!, o el post de las comas

Una vez hice el Interrail por segunda vez y llegamos hasta Estambul. Súper bien. Madrid - París - Florencia - Pisa - Lucca - Roma - Pompeya - Brindisi - Patras - Corfú - Atenas - Tesalónika - Estambul - Atenas - Patras - Venecia - París - Madrid. 22 días de deshidratación constante. Y de otras cosas.

Yo SIEMPRE viajaba con un pañuelo rosa atado al cuello, y con una cámara. Libros también, tranquilos, aunque por aquel entonces su importancia para mí era menor. Lo perdí anyway, igual que perdí TODO LO DEMÁS. Mi primera novia en ocasiones podía llegar a ser un pelín "desastre" (¡un beso Xu!) y en el penúltimo tren del viaje, el que nos llevaba de Venecia a París, se le olvidó/pasó de dormir agarrada a su mochila y se la robaron. Lo que pasa es que nuestras mochilas eran iguales, unas Qechua, la suya azul y la mía verde, y como era de noche en el compartimento - y fuera de él - me confundí y abracé la suya en lugar de la mía. A la mañana siguiente, oh no, mi mochila había desaparecido, y con ella mi pañuelo rosa, mi libro, los regalos que traía y mi cámara (mis cámaras, eran de esas de usar y tirar, yo siempre tan glamurosa). No tengo fotos propias de ninguno de los lugares tan impresionantes a los que nunca he vuelto... ¡buaaaa!

Hace más de seis meses alguien se dejó en la bookshop una cámara digital, y desde el primer momento intenté quedármela. Hoy lo he conseguido. Le hemos puesto pilas y funciona. Está llena de fotos de un tío que debía de estar en Londres de vacaciones, un rollo de fotos vaya. Lo siento por él, ¡bien por mí! Me voy a la Provenza con la prontitud y sin duda le daré el buen uso que se merece, lleva demasiado tiempo quieta.

domingo, 11 de abril de 2010

Hoy me han hecho Papa


Estoy malsentada sobre Patsy (qué cochino suena esto...) mientras custodio el nuevo puesto de libros que a mi Jefe le ha dado por hacer los viernes en el Puerto Banús de Londres: St. Katherine Docks. Hay yates, tiendas náuticas, un mercado de comidas del mundo y, from today, libros, mis libros.

Llevo aquí desde las 10 de la mañana y esto no ha empezado a despegar hasta las 12. Turistas, oficinistas y otros. La verdad es que estoy triunfando más bien poco; estos muertos de hambre le dedican escasas miradas a mi comida para el alma (¡cultura!), prefieren las especialidades portuguesas grasientas de los que están a mi vera. O a Stig Larsson. Bah.

Me aburro un pelín, pero hace sol. Mi amichi me dejó el otro día Bartleby & Co, en cuanto le expliqué entusiasmada lo muchísimo que me había gustado el cuentito de Melville con su repetitivo "I would prefer not to".

Nunca antes había leído a Vila-Matas, y he decidido retomar mi Blog porque no tengo saldo suficiente para llamar a Diana (amichi presta-libros) cada vez que encuentro algo GENIAL en el librito. El epígrafe 28 empieza así:

Una vez pasé todo un verano con la idea de que yo había sido caballo.

¿Quéeeeeeeeeeeeeeee? ¿Enrique, a qué te refieres? ¡Eso lo escribí yo hace mil años en Mi pasado como jaca! Esta historieta mía sólo dura un párrafo, y es raro porque, aunque siempre escribo con límite de papel, normalemente es un folio entero y lo que quepa, cupo. Luego ya no cabe más y a otra historia, vejestoria (please note mi adaptación del a otra cosa mariposa). Inciso: comienza por el comienzo y cuando termines, te callas. Minipunto para el que reconozca esta referencia maravillosa. Daniel tú no vales. Daniel es mi hermano.

He llamado a Diana indignadísima y ella ha sido tajante:

- ¿Has almorzado ya?
- No, ahora en un rato pillaré algo a los portugueses
- Muy bien

El epígrafe 28 continúa y bla bla bla y en el 29 Vila-Matas hablablabla de un tal Felisberto Hernández del que nunca había oído hablar. Parece ser que este escritor fue famoso por sus finales incompletos, como indicando que, total, en esta vida también falta algo (parafraseo al autor). Yo parafraseo, tú parafraseas. El parafraseador que nos parafrasee...

¿Perdonaaaaaaaaaaaa? ¿¡Es que NUNCA voy a ser original!? ¿Acaso llevo toda mi vida - cuando escribía - autoimponiéndome un límite de papel para nada? Que conste que esto yo lo hacía por vaguería pura, pero también porque me hace mucha gracia que mis historias se acaben tan radicalmente, como si se tiraran por un precipicio, para no ser retomadas jamás: LQCC = lo que cupo, cupo. Y como estos relatos suelen estar protagonizados por Ro, todo encaja. ¡Bieeeeeeeeeeen!

Sigo avanzando por el epígrafe 29 y el narrador de Vila-Matas, un tal Marcelo, cuenta que la noche anterior tuvo una pesadilla (le echaban del trabajo) y en dicha pesadilla decidía que no iba a perder el tiempo lamentándose por este drama, que no le dedicaría más que una línea en su diario. Y dice luego "voy a hacer como el cardenal Roncalli la tarde en que le nombraron jefe de la Iglesia Católica y se limitó a anotar escuetamente en su diario: hoy me han hecho Papa".

¡Joder! Mira que se me ha dado siempre estupendamente eso de pertencer a las filas de los escritores del No, los que un buen día dejan de escribir para siempre. Ahora tengo hasta excusa. NEVER, repito, NUNCA había leído nada mejor, insuperable lo mires por donde lo mires: hoy me han hecho Papa.

Lo siento Woody Allen, te han superado. It's a shame Daniil Kharms, has perdido. ¡Vencido por un felpudo! ¡Vencidos por un Papa!