viernes, 31 de diciembre de 2010

En contra del Clickickismo

Hace unas horas terminé mi penúltimo libro de este año que mañana acaba: The Shallows (Nick Carr, 2010), sobre los efectos neuropsicológicos de Internet. Hum. Interesante.

Entiendo que un alto porcentaje de mis amichis no lee mi blog. No leen ningún texto que ocupe más que cualquier actualización de estatus de facebook. Los quiero igual. Y mi blog es lo de menos - rara vez me veréis tan humilde - lo de más es la manera de ver y entender la comunicación y el saber de la que a mí me gusta participar y que desde ya mismo los catastrofistas más catastróficos (ej: Marshall McLuhan, Nick Carr) dan por perdida. La batalla PROFUNDIDAD VS SUPERFICIALIDAD ya está decidida. Yo patsy. Qe se resigne Rita.





McLuhan fue el que dijo (años 50) eso de the medium is the message, que quiicir: tanto usar Internet no lleva a nada más que usar Internet, la herramienta. Da igual que internetees para esto o para lo otro. Una vez online recibes tantos estímulos todo el rato sin parar que al final no ves nada. O lo ves todo pero muy de puntillas. El mensaje es internet. Sigue: "our tools end up numbing whatever part of our body they amplify to the point of autoamputation".

Dice Nick: "the Net seizes our attention only to scatter it. We focus intensively on the medium itself". Y es que al estar online no hacemos más que interrumpirnos, distraernos, de modo que no nos concentramos en nada, salvo en pasar las horas frente a una pantalla haciendo click-click.

De vez en cuando me da por coger libros de estos, polémicos y perogruyeros. I like them. Éste en cuestión habla de los efectos de Internet en nuestra manera de pensar, memorizar, concentrarse, empatizar. No pinta nada guay: superficialidad a tope. Al final del libro Carr cita a 2 ó 3 expertos en alguna cosa súper importante que vaticinan que no todo será siempre así de horrible: la mente humana se desarrollará de tal manera que este exceso informativo no suponga una traba sino que seremos capaces de tener 36 conversaciones a la vez a través de 6 medios distintos. Mind you, a mí esto me suena más a maquinita que a humano.

Ah, humanity.

¿Qué te provoca más angustia, que todas tus cosas desaparezcan al incendiarse tu hogar o que te entre un virus brutal que se cargue todo tu disco duro and therefore pierdas todas tus cosas? La respuesta obvia copia de seguridad no me vale.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Valoraciones de última hora



Me niego a un montón de cosas:


- Al libro electrónico en sí.

- A lo que supondrá el libro electrónico.

- Al sistema educativo actual.

- A las literas.

- Al precio de un libro nuevo en este país.

- A los encantados de haberse conocido.


Seguro que se me ocurrirán más cosas luego.





martes, 14 de diciembre de 2010

¿Catálogo? ¡El que te va a dar ésta!

A ver, creti, si lo que quieres es llegar y besar el santo (aka: tardar cuatro milésimas de milisegundo en tener una copia de Larsson en tus manazas) pues tira pal Waterstones. ¡Pero a mí dejame vivir!

No, no te voy a llevar de la manita hasta la sección. Con suerte dejo de morder el chupachús, te miro a la cara y señalo con el dedo hacia dónde deberías dirigir tus pasitos. Sin suerte seguiré con la mirada clavada en mis asuntos y gruñiré algo.

No, no tenemos catálogo. El Waterstones está a cinco minutos caminando hacia allaá ¿Que por qué no tenemos? ¿No se te ocurre ningun motivo? Va, piensa un poquito... Nada? Ok, voy. Apunta:

1. Tenemos casi un millón de libros y somos 7 personas trabajando. Haz las cuentas, ¿no preguntabas dónde queda la sección de Accounting?

2. Somos una segunda mano. Hay libros por el suelo. ¿Qué quieres que ponga el catalogador?

Politics ---> Marxism ---> Gramsci ---> en el suelo junto al gapo reseco.

3. Factor Sopresa. Ejemplos:


Rollo: ¿Tenéis Mis Universidades de Gorki?
(se mira en el catalogo) Sí. O, No.
FIN


Guachi: ¿Tenéis The Problem of Knowledge de Ayer?
(no hay catálogo que valga) Ni puta, pero mira en Philosophy, en la A.
Va el cliente y lo encuentra él solito. Vuelve súper contento. ¡Lo encontre! Y me alegro hasta yo.

4. Para trabajar con un ca-tá-lo-go/pa-pa-ga-yo nos vamos todos a hacerlo cobrando algo mas que £7 míseros la hora. Si llega.

5. En Waterstones hay catálogo. Y llevan todos la misma camiseta que reza "Happy to help". ¡Corre!


La segunda mano tiene un precio, para algunos demasiado caro psicológicamente: tienen que valerse por sí mismos.

Pues no le regales un libro, regálale algo de lo que entiendas. Yo ya te he recomendado todo lo que se me ha ocurrido. Y más.

sábado, 11 de diciembre de 2010

In search of a writer

Los hechos:

1. Yo no he encontrado a mi Patricia.

2. Soy pelín uptight y zorreo lo justo.

3. Fuerza de voluntad -67.

¿Qué puedo hacer? Otras cosas cari.

Traté de leerme The discomfort zone, la autobiografía de Jonathan Franzen, y es un coñazo, al menos las cuatro primeras páginas del primer capítulo. Y no creo que tenga nada que ver que me lo leyera en un ataque finito de insomnio, justo después de atacar con mis neuronas el discurso de agradecimiento novelístico de Mr. Vargas Llosa. Muy bien escrito, of course, pero no le encontré demasiada chicha. La parte política no supone nada nuevo. La parte literaria Ok: ¡la ficción como respuesta al mal del mundo, como antídoto, como refugio, como gozo supremo! Eso es muy bien. ¡Un hurra por Mario! or what?

Mañana no es Santa Lucía, eso es el lunes por la noche. Pero mañana me voy al Prince Charles a ver Vértigo en pantalla inmensa. ¡Madeleine te quieeeeeeeero! Esta película ha tenido desde siempre una presencia brutal en mis asuntos de vida. Te lo juro.

Antes de ir al cine me toca lucir palmito en la última Antiquarian Bookfair de 2010. Preferiría cualquier otra cosa a eso. Desde retozar con peluches a retozar con mujeres. Esta semana fui recopilando joyas que sin duda NO venderé mañana: como un libro sobre el Barclays (sí, el banco) escrito a principios del siglo pasado sobre cuestiones monetarias (supongo), está encuadernado en rojo y oro; como diversos libros de arte imposibles de encontrar incluso en addall.com; como primeras ediciones firmadas por Churchill (lo de siempre); como eso.

Lo importante es lo que YO encontraré, para MÍ.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Enfermedades

Hola, perdona, (es un diecinueveañero guapetón, pelo desordenado, jersey sueco, parece yo pero yo ya voy a por los 30) ¿dónde puedo encontrar algo de...? La Librera sexy, oséase yo misma, se espera cualquier barbaridad, chorrada, o ambas ... algo de Orwell? Hay que sujetar a Polaca II, se tapa la cara con el libro al que justo está poniendo precio y hace gesto de "poto". ¿En serio cari? No se lo pregunto pero el neón espontáneo que nos sale a todos los libreros de pro en estos casos de palurdismis flipaticocos debería haberse accionado ya. Pues en Fiction, en la O de osobuco. Ya, verás, (maldito idiota) es que Orwell fue un autor muy importante, me dice el chaval, para que me entere, y no todas sus obras pueden considerarse fiction. Wait! ¿No querrás... 1984???!! El muy toli me mira estupefacto. Maldiciones, debe de estar pensando, no soy el único que lo conoce. Entonces mira al frente, detrás de mí, librera sexy y lista, y sus ojos se encuentran con el artículo arrancado de la Time Out en la que se coronó a Skoob, mi bookshop, como mejor librería de Londres. Ah debe ser por eso (debe estar pensando el guapetón). Comienza a alejarse hacia la sección indicada. ¡No creo que lo tengamos! le grito, sin moverme. Vuelve. ¿Es muy difícil de encontrar verdad? Obviamente no, rey, pero no os cuento la respuesta que le di, porque no es nada del otro mundo, porque me aburren estos cretinos que cuando se dignan a leer otra cosa que no es el Vice se creen yoquésequiénsecreenqueson. Poo.