miércoles, 26 de mayo de 2010

Oda a los clientes

BEST BOOKSHOP
Skoob is a temple for secondhand books
Time Out , May 2010

Hay personas, muchas de ellas customers, que me han ayudado a crecer como librera, y hablo de ser Librera en el más puro sentido profesional. Ayer el Compi y yo poníamos en común cómo nuestras aptitudes para obsequiar con un buen customer service han mermado considerablemente desde que trabajamos en SKOOB. Odiamos a muchos clientes, porque se lo merecen. Nos negamos a hacer contacto visual con algunos de ellos y al Dueño le parece estupendo. Cada vez que alguien pone mala cara porque le ofrecemos un precio demasiado bajo por los libros que trata de vendernos (subrayados con boli y forforescencias, anotados, tan manoseados que hay páginas que no se pueden ni leer) hay que sujetarnos para no partirles el cuello.

Es MUY guay perder cuarenta y cinco minutos en valorar libros de topología, electromagnetismo e ingeniería matemática para que el vendedor en cuestión - chaval del infierno - te mire con cara de asco infinito y se abalance sobre sus libros destrozaicos como si yo fuera la ladrona mayor del reino. ¡Que antes de empezar te he dicho que como máximo te puedo dar el 10% del precio total del libro! ¡Que cuanto más subrayador y anotaciones encuentre menos te puedo dar! ¡Y tú has dicho "ok, acepto"! ¡Y cada día tengo docenas como tú! ¡Y tengo mil cosas que hacer! ¡Te odio!

Pero hay clientes buenos que añaden bagaje literario-bibliófilo a mi cabeza y memoria mediante simples preguntas. Ellos no lo saben, pero el 80 por ciento de las veces todos preguntan por lo mismo. Eso sí, yo me esmero por hacerles sentir originales, menos cuando me piden:


El Alquimista - Ya sé que es de Paulo Coelho, freak.

1984 - No eres el primero en leerlo, flipao. Si al menos me pidieras We...

El Maestro y Margarita - No es un libro tan raro, de hecho es de mis libros preferidos.

El Rubaiyat con traducción de FitzGerald - ¿Acaso hay otra, tarao?


Me paso, lo sé, perdón. ¿¡Qué coño?! Se las dan de listos y lo leyeron todo ayer en la wikipedia, como reza ese gran grupo de facebul.

Sin embargo, hay buenas preguntas, que te hacen avanzar. Ya he dicho en alguna ocasión que me creo una esponjita y, como tal, necesito empaparme: ¡dádme agua!

Hoy me he dado cuenta de que es probable que esté formando parte de una de las últimas generaciones de libreras de papel. Ha nacido Libranda - plataforma digital que une entre otras a Planeta, Santillana y Random House - y aunque de aquí a 3-5 años sólo confían en copar el 5% de las ventas, no sé, todo esto me da MUCHA pena. Un libro es un libro, no una pantallita. El contenido no cambia en función del soporte (¿o sí?) pero yo, además de contenidos, vendo libros, ediciones especiales, inéditas, ilustrados por H o por B, vendo papel, hojas que pueden pasarse, doblarse e incluso subrayarse. ¿Qué pasa? ¿De verdad es molón que los libros ahora aspiren a ser digitales y puedas cambiar el color de tu carcasa del e-book igual que se la cambias al nokia? Eso es mierda pura. Jolín, voy a llorar: ya no me voy a Nueva York.






viernes, 21 de mayo de 2010

Me chiflan los dos puntos

Mi compi en Clase de Ruso se llama Úrsula, es alemana, tiene 3000 años, peinado a lo trovador medieval y NUNCA me escucha porque SIEMPRE me está preguntando. Llevaba varias semanas zafándome de ella - llegando tarde y sentándome junto a la puerta para poder huir escopetada en situación de emergencia - pero hoy no me ha quedado otra que volver a su vera.

No me rindo y, aunque lo de leer a Zamyatin en original lo he borrado de mi carpetita mental de SUEÑOS ALCANZABLES, por lo menos si algún día veo El hombre que sabía demasiado en ruso y me encuentro con una Doris Day doblada, ¡no pacha ná! sé cómo se dice "que será, será": ishto budaiet, budaiet (versión fonética, que no transcrita). Pasito a pasito se hace el caminito...

http://www.youtube.com/watch?v=yVuEC3r7a-o

¿Que por qué tengo abandonado el Blog? Just because. ¡Dejádme! Inventario de las cosas que una Librera Sexi puede hacer en un mes:

1. Mandar un relato buenísimo a un concurso.

2. Ser modelo de peluquería y acabar con una cresta lateral. Jolín. Y cuando empiece a crecer como si fuera una palmerita ¿qué haré? ¿eh? ¡¿qué haré?!

3. Leer YO ERA UNA CHICA MODERNA (César Aira) y quedarme bocas.

4. Leer dos libros de psicología, uno serio y otro pachanguero cuyo tercer capítulo ni me digné a empezar.

5. Trato de leer Night, de Nikolai Nikitin, pero es MUY DENSO.

6. Descubrir a Nacho Vegas.

7. Acumular más y más libros en mi taquilla. Las últimísimas adquisiciones, de ayer mismo, son un Thomas Bernhard y la prosa completa de Isaac Babel.

8. Viajar un poquito.

9. Si no he hecho blog es por algo, así que paro.


¿Será que Londres ya no me sorprende? ¿Que no hago nada fuera de MI normalidad? ¿Me estoy quedando obsoleta? Sea como fuere: gozo; así que no os toméis demasiado en serio lo que viene a continuación:


"Man's goal is still indeterminate as long as he has not placed his foot firmly upon some solid foundations instead of some freethinking chimera of youth"


¡Que nooooo! No era esto lo que quería poner, pero se lo acabo de leer a Gogol y se me han empezado a ocurrir cosas muy raras. Llevar tres horas al sol en mi jardín sin sombrero puede que tenga algo que ver en estos pensamientos nuevos...

Lo que iba a decir y no tenéis que tomar muy en serio es lo siguiente:

Día uno en pie, comienzo a andar, quiero aguantar, lo puedo hacer... O quizá no pueda, porque hay millones de baches en el camino, da igual que coja atajo o no. Me flanquean máquinas de matar por ambos lados, las evito malamente. En el horizonte se abre una línea recta, ojalá dure kilómetros. ¡Oh no!: semáforo. Rojo, siempre son rojos. Un STOP te desequilibra el ritmo y hay que volver a empezar. El día dos avanzo hasta el final y llega el día tres, lo vuelvo a estropear. No es fácil ser Patsy (acabo de medio romperme los frenos, cuando no es un achaque es otro).