miércoles, 20 de mayo de 2015

Cartas a Ro


Querida Ro,

¿Has leído a Erica Jong? Yo sí. Varias veces. En realidad solo una. Puede que su libro Miedo a volar sea más importante que cualquier cosa que aparezca en el BOE, o en la Biblia; incluso en el catálogo de Leroy Merlin. Se pronuncia “leruámajlán”, ya sabes, franchutes. Mi hermano estuvo en París, al parecer ha perdido todas las fotos. ¡Ya no puedes confiar ni en tu móvil, Ro! ¿Y en quién confiar, pues, en aquestos momentos aciagos? Pues en Erica Jong. Es estadounidense, neoyorquina, in fact. Ya solo por eso yo no debería haberla leído. Pero lo hice.

El otro día, en la nueva librería donde paso mis días, encontré este libro suyo (su autobiografía, no el mencionado más arriba). Te pongo la portada y la contra porque son maravillosas:






Hay a quienes les ha echado para atrás, sobre todo la contra. Que si parece una tertuliana del PP. Que si madre del amor hermoso quién esa esa (¡!). Es Erica Jong, cenutrios, y deberíais pisar el suelo por donde ella camina, o lamer las páginas que ella escribe (las originales, no las salidas de imprenta). Es posible que sea la mujer más lúcida del siglo XX. Lo siento, señora Dalloway. Opinar no es fácil, Ro. De todas formas, yo me quedo con las dos. Todo va bastante bien.

Ya hablamos cuando te la leas, si eso. Mientras tanto, corramos desnudas y despavoridas bajo la lluvia. O no. También está bien eso de lanzarse desde la cama y llegar haciendo la croqueta, y en pijama, hasta tu mesa de trabajo que, como es de color oscurillo, se llena de polvo a ojos vista y te hace sufrir y te bloqueas momentáneamente y te pones a hacer sentadillas, veinte a lo sumo, y acto seguido vuelves a sentarte y sigue habiendo motas de polvo y sales a la ventana porque hace una estupenda mañana. Ah, no. Que llueve.

Amor insensato, de mi para ti,
Lu

Barcelona, a 20 de mayo de 2015