martes, 26 de enero de 2010

Días Off

En el pub. Mis días libres están basados en una serie de ideas fijas. Los domingos Brick Lane. Los lunes no me quito ni el pijama y los martes acudo con algún librete a una cafetería rebosante de gente moderna con diademas y cintas en mitad de la frente. Por algún motivo ellas se ven monas así. Mí no entender. Sin embargo, una no tiene 28 años sin más, una tiene 28 años y sus correspondientes achaques. ¿El último? Un dolor de mandíbula que me atosiga desde que me levanto hasta que me acuesto. Hoy trataba de olvidarme de este tormento con mis típicos aliados: internet y lecturas; pero chica, me quedaba frita tanto en la cama como en el sofá. Al final me ha tocado ducharme y enfilar derechita al pub, para poder leer sin despertarme a las tres horas confundida y recordando malamente el último párrafo.

Estoy leyendo un libro fascinante: The Epic of Russian Literature, de Marc Slonim. Un recorrido por la historia de Rusia haciendo hincapié sobre todo en los aspectos literarios. Son varios tomos, y éste primero analiza desde el medievo hasta Tolstoy. Acabo de terminar el capítulo dedicado a Pushkin y me he agobiado. Resulta que los propios rusos consideran que es su mejor poeta... ¡pero intraducible! Da igual quién lo intente traducir, o el idioma de la traducción: cagarro. De él sólo me he leído La Reina de Espadas y sí, es cierto, no me volví loca. Enterarme de que de habérmelo leído en ruso me hubiera dado un síncope de FAN absoluta me ha gustado poco.

Y es que el señor Slonim afirma que, ahhhhh se sienteeee, la cultura rusa es la única que desde siempre se ha tomado la molestia de rebuscar el verdadero arte de la traducción. Ya en los siglos XVII y XVIII todo aquello que se traducía del francés, alemán e inglés solía perder muy poquito, pues no traducía cualquiera. En cambio, nadie hizo lo mismo jamás con los rusillos, y autores como Pushkin (the most wonderful) pagan el pato a ojos de Occidente. ¡Maldición! ¿Será verdad? Es que de aquí a poder leerme La Reina de Espadas en original van a pasar varias generaciones, la III y IV Guerras Mundiales y habré perdido mi oportunidad de ir a Cuba sin tropezarme con un Starsucks.

Desde que en 2010 sólo puedo leer rusos voy genial:

1. El elefante (Mrozek)
2. Piano (Jean Echenoz)
3. Antología de cuentos rusos (VV.AA)
4. Vatzlav (Mrozek)
5. Twelfth night (Shakespeare)
6. The Epic of Russian Literature (Slonim)



Me gusta hacer listas. 2009 fue más flojo, mirad:

1. Emma (Jane Austen)
2. Platform (Houellebecq)
3. If on a winter’s night a traveller (Calvino)
4. My last breath (Luis Buñuel)
5. The 39 steps (John Buchan)
6. Heart of a dog (Bulgakov)
7. Diario de una aupair bollo en USA (Asia Lillo)
8. Written on the body (Jeannette Winterson)
9. 9.99 (Beigbeder)
10. The benefactor (Susan Sontag)
11. Stranger on a train (Jenny Diski)
12. The cement garden (Ian McEwan)
13. El beso de la mujer araña (Manuel Puig)
14. Women’s barracks (Tereska Torres)
15. Skating to Antartica (Jenny Diski)
16. Beebo Brinker (Ann Bannon)
17. The lady and the little fox fur (Violette Leduc)
18. The life of hunger (Amélie Nothomb)
19. T Zero (Calvino)
20. The ballad of the holy drinker (Joseph Roth)
21. The rings of Saturn (Sebald)
22. El lobo estepario (Hesse)

viernes, 15 de enero de 2010

Siberia

Tengo frío. Posiblemente sea gastroenteritis, aunque el que haya explotado el termo de mi hogar y llevemos tres días sin calefacción ni agua caliente seguro que ayuda también. En la bookshop vestimos leotardos sexis, guantes, bufandas y jerseys varios. Abrigo no porque merma la capacidad de movimiento cómodo. Tengo frío.

Anoche: el Peluquero de Mallorca se marcha traidoramente el próximo sábado y ayer salimos de despendole casto y goodbyero (karaoke included). Acabamos donde siempre, los de siempre, y a las 3am ya estaba en cama. El frío que hace en esta mi casa es inhumano. Se supone que la calefacción nos la devuelven mañana, para el agua caliente habrá que esperar hasta el martes.

Por motivos de la vida hoy debía empezar a trabajar hora y media antes de lo habitual. Ayer nevó, por lo que ciclear sobre hielo no es muy aconsejable = vete en autobús = tarda una hora en lugar de 25 minutos. El despertador ha sonado a las 7am y me he levantado del tirón, tristísima. No logro recordar qué he soñado pero me he quedado hecha polvo. Y hacía TANTO frío. Había quedado en ir a casa de la vecina a ducharme, pero al mirar por la ventana: llovía. Ni siquiera unas expectativas reales de agua caliente me han motivado lo suficiente como para enfrentarme al mal tiempo y caminar los 5 minutos hasta su casa. Al meterme bajo mi ducha (tenía que ducharme) creí que me iba a dar un pasmo. Nunca había dejado de sentir mi cuerpo así. Ya fuera del infierno he tardado unos minutos en recuperar las ganas de seguir con hoy, jueves. Vestirse, coger el autobús y personarse en la bookshop a las 9am. Realmente he llegado pasadas las 9.30, pero nadie se ha enterado. LPF: lo paso fatal.

Querido Blog, te contaré mi vida otra vez; me voy a casa de la vecina.

viernes, 1 de enero de 2010

La Tele y Yo

¿Cómo es de divertido el intercambio belenario? Sí, en mi casa se pone el Belén. Da igual las veces que hayas hecho la misma gracia: yo me parto. El niño Jesús estaba en display sobre la mesa de una pastorcilla-vendedora; San José medio suicidándose por la montaña hecha de corcho y la Virgen con los brazos extendidos y a puntito del éxtasis ante una camada de cerdos. En el lugar de todos ellos había distintos topos de plástico, de esos que te tocan en el roscón del Pryca. Snoopy hacía las veces del Mesías recién parido. Esta vez había sido mi hermano, pero el otro día hice yo de las mías (sí, a los 28) en el belén de mis abuelos. Tiré a un Rey Mago al riachuelo con cascada y semihundí al Jesusito en el serrín de la estepa, sólo dejando visible la cabeza cual turista austríaco en Benalmádena.

Cambiando de tercio, llevo cinco años o más sin tele, y cada vez que visito la patria y reconecto con la programación española flipo bastante. A D**S gracias que Arguiñano y los Trucos de Sergio (Saber Vivir) siguen cosechando buenas audiencias. Para Nochevieja preparé a los familiares unos langostinos al kikillo (kikos en lugar de ajillo) con salsa de limón que triunfaron como sin duda triunfará la ternera estofada a la andaluza que mañana cocinaré con todo mi amor de hija pródiga.

¿Qué tipo de programa es LazyVille? Creo que es una producción islandesa - no me apetece ni constatarlo - que La 2 emite en dual y cuyo prota es un tío, Sportacus, con bigotes a lo Dalí velazquiano y enfundado en mallas azules que se dedica a dar volteretas y saltos mortales y hacer abdominales y fondos mientras salva a los habitantes de la ciudad de peligros inimaginables como caerse de un subibaja. Es el infierno. Reconozco que ayer mismo era incapaz de apartar mi bella mirada de ojos rojos y dolorosos de la pantalla, y es que las acrobacias en cualquiera de sus formas siempre me han congratulado.

Por primera vez en mi vida NO SALÍ EN NOCHEVIEJA. De hecho el día de ayer lo pasé de la cama al sofá y tiro porque me duermo. Incluso fui a la estantería de mi hermano y usurpé el Quijote con la idea de empezar el nuevo año disfrutando de las andanzas del ingenioso hidalgo... SÍ, ME PASO. Al final me tiré sobre la cama pasadas las 2am y a las cinco hojas (son diez en total) del ensayo Sobre la servidumbre voluntaria, de Boétie, me quedé lo que viene a ser traspuesta hasta la una de la tarde de hoy, 1 de enero de 2010. Mi madre gozaba con el concierto vienés de Año Nuevo y luego todos juntos hemos visto el Campeonato de los Cuatro Trampolines. ¡Qué hermosa estampa familiar!

Se supone que los próximos 365 días sólo puedo leer rusos - decisión propia - PERO encontré el otro día en la biblioteca de mi abuelo una colección de relatitos de Mrozek y, tienes razón, son impresionantes; y Polonia está cerca de Rusia de muchas formas... (no puedo ni imaginar lo que Polaca II me haría si me escuchara declamar semejante cosa, rabia y odios incontrolados los suyos).

Feliz Año.