domingo, 3 de noviembre de 2013

Leer en aeropuertos

Últimamente los aviones y los Flughafens me deparan aventuras literarias que por fuerza se desarrollan en mi cabeza, sin opción de tirar de google. Solo existe lo que el libro dice, y lo que eso me provoque a mí.

Ayer volaba de Madrid a Berlín con escala de siete horas en Amsterdam. Siempre que voy a Madrid cojo de mis estanterías nuevos libros. Esta vez volví a Berlín con toda la obra en inglés del polaco Stefan Themerson y con un librito de relatos soviéticos editado en 1963. Compré este librito hace años en Londres, qué raro, y hasta ayer nunca lo había abierto. En total hay ocho historias, y el editor en la introducción comenta que podrían leerse cronológicamente, aunque sin duda él considera más acertado leerlas en orden de dificultad. Justo me estaba leyendo el primero - el menos difícil, que era bastante tonto la verdad - cuando una azafata me hizo entrega (yupi!) de un sandwich de queso y mayonesa que enseguida engullí mientras miraba por la ventana el paisaje de nubes. Al retomar el librito de pronto descubrí en la primera página la marca de un sello/tampón que dice:

IMPORTADOR
Editorial Alhambra, S.A.
MADRID

Qué curioso. El librito es un penguin naranja que compré en Londres pero que antes había sido importado a España por una editorial madrileña que a su vez tuvo que haberlo comprado en Reino Unido, en Londres casi seguramente (Made and printed in London, dice). Ha pasado los último dos años en casa de mis padres, en Madrid, y ahora lo he traído a Berlín y es harto probable que termine regalándoselo a un ruso que hay en mi clase de alemán, pues se trata de un librito bilingüe ruso-inglés y seguro que le hace mucha ilusión. Entonces, puede que el libro se quede unos años en Berlín, o que viaje a San Petersburgo con mi compañero, o que acabe en Italia, de donde es su Frau (del ruso). O en cualquier otro lado. 

Me gusta mucho que los libros tengan vida propia, por dentro y por fuera. Me gustaría también saber cual fue la historia de su vuelta a Londres tras su primer paso por Madrid. Editorial Alhambra, ¿existes aún?