miércoles, 28 de enero de 2009

TSB

Hola,

Lo que estoy a puntito de revelar sé que va a sonar a mentira cochina, a broma de mal gusto, pero es tan cierto como que mi color favorito es el verde-claro-lápiz-Alpino: llevo todo 2009 sin leer NADA de NADA. Shame on me!

El mismísimo día 1 terminaba el libro que me acompañó estas pasadas navidades semi-infernales, Pride and Prejudice. Nunca antes había leído a Jane Austen, y jamás podré arrepentirme lo suficiente. La historia bueno, distintas clases sociales y los culebrones entre ellas; pero la forma, ¡por tutatis!, lo que me pude reír con la forma de expresarse de esta mujer. Además de enamorarme para siempre de Miss Elizabeth Bennett. Tal fue mi atracción que hasta hice amago de ver la peli, pero prefiero la muerte y la devastación antes que tragarme a Keira Knightley dos horas y media. Es tan petarda.

Tengo varias lecturas empezadas, como The Proofreader (Alexis Parnis), Crimen y Castigo o Stranger on a Train (Jenny Diski). Lamento comunicar que nada me está enganchando como debiera. Aparte noto mi amor por la librería bastante mermado...

... lo sé. Yo también espero que sólo sea una etapa. La verdad es que últimamente trabajo a destajo. Desde que Polaca I se marchó el Dueño no debe de fiarse mucho de los demás y se pasa el día en la tienda en lugar de en Oxford. Es un jefe chupi-mega, aunque agotador sin compasión. Cada dos segundos se le ocurre un nuevo plan y deja todo a medias, en plan Capitán Araña: nos embarca a todos y luego se desentiende, y así todo el rato. Tenemos la librería hecha un asquete, pues no para de comprar libros que hasta se caen a cachos. No damos abasto. ¡Polaca I vuelve!

TSB = Todo Saldrá Bien

Por lo demás han estado aquí de visita fenómena unas buenísimas amigas mías y se van mañana. Ha sido bello no, lo siguiente. Concibo malamente que a partir de mañana pregunte "¿Qué hacemos hoy?" y esperar en balde a que me conteste una bici...

TSB = Todo Saldrá Bien

jueves, 22 de enero de 2009

De contactos: abstenerse bóricos

¿Sabes un día de esos que no puedes parar de reírte?: HOY. Carcajadas Maléficas de las mías.

¿El motivo?: la revista literaria London Review of Books (LRB).

LRB lleva publicándose desde 1980 y, como los más atentos ya habréis sospechado, tiene mucho - o todo - que ver con la librería de la que me hice eco en la entrada anterior.

Desde que trabajo Skoob Books ya no suelo ir vagando como alma en pena por las calles con mi bici en busca de librerías que visitar. Soy muy friki, lo sé. Sigo vagando como alma en pena por las calles con mi bici sin más, lo que no quita para que si me topo, de imprevisto total, con una bookshop, me apee de Patsy sí o sí y entre corriendo a investigar.

Por eso no me paso muy a menudo por la London Review of Books, salvo si su revista - que recibimos dos veces al mes - me señala alguna charla curiosa a la par que apetecible, véase Jenny Diski.

Cuando esta mañana ha llegado el Cartero con la nueva revista, Polaca II y yo nos hemos avalanzado sobre ella, y es que la sección de contactos no tiene desperdicio. ¿Que estás de bajón? Se te pasa en un pliki. Y que conste en acta que yo no estaba de ningún bajón.

A ver qué opináis (y disculpad las traducciones, son propias y nefastas):


Pouting poetess, 35, seeks philandering philantropist able to stum up. London.

Poetisa que hace pucheros, 35, busca filántropo donjuán que eche humo. Londres.


If forced to commit, I'd say I feared geese more than ducks. Man, 47.

Si me presionan admitiré que temo más a los gansos que a los patos. Hombre, 47.


Yesterday I was a disgusting spectacle in end-stage alcoholism with a gambling problem and not a hope in the world. Today I am the author of this magnificient life-altering statement of yearning and desire. You are a woman to 55 with plenty of cash and very little self-respect. When you reply to this advert your life will never be the same again. My name is Bernard. Nerve call me Bernie.

Ayer era un espectáculo lamentable en un más que avanzado estado de alcoholismo, problemas con el juego y sin una sola esperanza. Hoy he cambiado mi vida y me declaro lleno de anhelos y deseos. Tú eres una mujer de hasta 55 años, forrada y con la autoestima por los suelos. Tu vida jamás volverá a ser la misma si respondes a este anuncio. Me llamo Bernard. Nunca me llames Bernie.


Dear LRB, I have no money. Please run my advert for free. I want a woman who is 38. Let her know I'm really clever and good-looking. Thanks.

Estimada LRB, no tengo dinero. Porfavor publicad mi anuncio gratis. Quiero una mujer que tenga 38 años. Decidle que soy harto listo y de muy buen ver. Gracias.


I hate you all. I hate London. I hate books. I hate critics. I hate this magazine, I hate this column and I hate all the goons who appear in it. But if you have large breasts, are younger than 30 and don't want to talk about the novel you are "writing", I'll put all that aside for approximately two hours one Saturday afternoon in January. Man, 33.

Odio a todo el mundo. Odio Londres. Odio los libros. Odio a los críticos. Odio esta revista, este espacio y a todos los tontos que salen en él. Pero si tienes pechos grandes, menos de treinta años y no pretendes hablar de la novela que estás "escribiendo", aguantaré todo lo demás durante aproximadamente dos horas algún sábado por la tarde en enero. Hombre, 33.


Everyone. My life is a mind-numbing cesspit of despair and self-loathing. Just fuck off. Or else write back and we'll make love. Gentleman, 37.

Gente. Mi vida es un pozo negro entumecido lleno de desesperación y odio hacia mí mismo. Que os jodan. O responded y hagamos el amor. Caballero, 37.


If you're reading this and hoping for a mini-biopic about battles with drugs, cancer and divorce, talk to the guy above. But if you want to know about historical battle sites in Scotland, talk to me. Alan, 45, Scottish historic battle expert and BDSM fetishist.

Si lees esto esperando encontrar una breve biografía rebosante de cruzadas anti drogas, cáncer y divorcios, mejor habla con el tipo anterior. Pero si lo que buscas es información sobre batallas escocesas históricas, soy tu hombre. Alan, 45, experto en historia militar de Escocia y fetichista del sadomasoquismo.


I put the phrase "five-header bisexual orgy" in this ad to increase my Google hits. Really I'm looking for someone who likes hearty soups and jigsaws of kittens. Woman, 62.

He añadido la frase "orgía bisexual de a cinco" para aumentar mis posibilidades en el buscador de Google. En realidad busco a alguien con quien compartit sopitas caseras y puzzles de gatitos. Mujer, 62.


All of these adds and the events they describe bear a striking resemblance to me and my life. Select the bits you like, then reply to M (o F).

En cada uno de estos anuncios hay partes que se parecen sorprendentemente a mí y a mi vida. Escoge lo que más te guste y responde a M (o F).


Literary agents! You are useless cunts!

¡Agentes literarios! ¡Sois unos cabronazos inútiles!


I make my own sexual lubricant. Man, 56.

Fabrico mi propio lubricante. Hombre, 56.


Bitter, unlucky, but judiciously cursed man, 47, still reeling from the postmodern irony of leaving his family for a significant younger woman who, unbeknownst to him, was concurrently conducting a remarkable "epiphany-rich" affair with an Austrian dog-walker, would like to hear from reprensentatives of any religious movement about the possibility of salvation in the next life. Or else blonde postgrads to 35.

Hombre amargado, con mala suerte, maldito, pero juicioso, 47, aún tambaleándose de la ironía posmoderna de dejar a su familia por una mujer mucho más joven que, sin yo saberlo, al mismo tiempo mantenía un romance divino con un paseador de perros austriaco, busca cualquier secta religiosa que le ofrezca la salvación de su alma en la próxima vida. O si no posgraduadas rubias menores de 35.


Cobalt blue eyes, bronze hair and a heart of gold but also nerves o steel! Legs of potasium! A forehead of lithium! All the most attractive elements you could want or that your first Salter science kit could ever have delivered from reactive lady, 31, seeking generous physics man to 35, who has at least seen a woman naked before, and won't passively-agressively play muted classical music while I'm trying to read during quiet time. No Borons.

¡Ojos azul cobalto, pelo de bronce y un corazón de oro pero con nervios de acero! ¡Piernas de potasio! ¡Frente de litio! Mujer reactiva, 31, te ofrece los elementos más atractivos que podrías desear o que el Quiminova jamás te trajo, busca a un Físico generoso de hasta 35 que al menos haya visto a una mujer desnuda una vez en su vida y que no me moleste con música clásica mientras trato de leer. Abstenerse bóricos (B).


Pineapple seeks cheese with own stick. Female, 26. London. canapesforone@gmail.com.

Piña busca queso con palito propio. Mujer, 26. Londres. canapesparauno@gmail.com


Would you be able to carry on an extended erotic correspondence with a filthy-minded 40s man on the basis of a one-off coffee in the Long Acre Pret A Manger?

¿Serías capaz de mantener correspondencia erótica con un cuarentón de mente obscena a un ritmo fuera de serie en el Pret A Manger de Long Acre?


No puedo con la LRB... ¡¡que me la quiten!!

Obviamente no dudo de la falsedad e invención de todos estos anuncios, aunque una vez una productora - de máxima confianza - del Gran Hermano puso el grito en el cielo al yo sugerir que estaba claro que los concursantes del programa eran actores contratados. "Mira bonita" me espetó sin amor "un equipo nada pequeño tarda más de seis meses en encontrar a los doce especímenes más tremendos del momento, ¡por mis cojones son actores profesionales!". Pero es que a mí me cuesta no guiarme por el sentido común...


Por cierto que a última hora ha venido mi cliente favorita del día. ¿Acaso hay algo mejor que una escocesa preguntándote si tienes The Shock Doctrine de Naomi Klein? Adoro este acento. La pobrecita mía ha debido creer que se encontraba ante el típico caso de librera loca, pues no he parado de preguntar la primera parida que se me ocurría sólo para escucharle hablar. Y cuando ella contestaba, haciendo gala de un british politeness que en ocasiones como ésta es positivo, yo sonreía tipo orgásmica. Jamás vi a nadie con tantas ganas de abandonar la tienda.

martes, 20 de enero de 2009

El huevo o la gallina

¿Qué fue antes, el título o la historia? Mi modo antimodo de escribir suele estar basado en hacer el tonto, y la mayoría de las veces las historias que se me ocurren surgen a propósito de un título demasiado bueno como para desaprovechar la ocasión. Ejemplos:

- La triste historia de la pastorcilla disléxica
- Pon una cajera en tu vida
- Mi pasado como jaca
- En ocasiones ansío croquetas
- Polisessi nunca tiene miedo
- Cuando Ro era Johntra
- La servilleta de mi mejor amigo
- Me casé con un consumista
- Absenta pero presente

Reconozco que, exceptuando este último titulazo, los demás cuentitos no son más que bazofias literarias que sólo a mí me hacen gracia. Y es que yo me hago mucha gracia a mí misma. Suerte que tengo. Sobre todo con las historias protagonizadas por mi gran creación, Ro, basada en mi buena amiga Ro. Personaje que se dedica a dar vergüenza ajena por la vida. Ro, si estás leyendo esto: ¡hola! Contéstame mujer. No soporto más rechazos, de nadie, y de ti menos. ¡Hombre ya!

Absenta pero presente es un relato de viaje (no terminado) sobre mis andanzas por Praga y Bratislava nada más cumplir 25 años. Mi hermano estaba en Bratislava de Erasmus - ciudad tremenda, tan fea que es bella - y mi entonces novia y yo fuimos a pasar unos días de frío y absenta a todas horas. Debería terminarlo algún día, es muy divertido.

¿Quién no querría, en algún momento de su vida, recorrer EE.UU? En coche, en moto, patinando, a lo Forrest Gump. Hay una mujer llamada Jenny Diski que escribió un libro sobre su periplo americano en tren. A ella no le gusta viajar, si acaso quedarse en casa y desconectar el teléfono: suficiente. El libro se llama Stranger on a train y lo he cogido hoy de la sección de Travel Writing. A ver qué tal.

El primer día que llegué a Londres para quedarme, allá por mayo 2008, era justo el Día del Libro y en una tiendita chusca de Notting Hill me compré Like Mother, de Jenny Diski, por cincuenta peniques. De esta escritora sólo sabía que me gustaba su nombre, y es que lo de Diski mola un montón. Fue durante aquellos meses navideños infernales de 2007 en la Fnacaca cuando me topé con esta autora por primera vez. Publicada por Circe (esa editorial tan estupenda que también publica a Siri Hustvedt), la novela en cuestión se llamaba De los intentos de permanecer quieto - título genial oye - y si la Alta Dirección o Gentuza de la macroempresa francesa esa no siguiera una política de préstamo de libros a los empleados tan putera (que no te dejan sacar libros vamos, al menos los tres primeros meses) sin duda lo hubiera tomado prestado, sólo por el apellido de la tipa. Diski.

Like Mother cuenta la historia un tanto oscura de una niña londinense con padres desquiciados que se monta un mundo interior rico en fantasías y mentiras. A medida que va haciéndose mayor su capacidad y ganas para la socialización van menguando, hasta que she can't be bothered at all. Y de esto va el libro. Me congratuló sin mesura. La forma y el contenido. Diski no me defraudó.

El caso es que hoy mismo, muy cerquita de mi bookshop, en la mítica librería London Review of Books, había charla-coloquio con Jenny Diski aprovechando la presentación de su nuevo libro. Y para allá que me he ido tan campante después de trabajar.

London Review of Books rezuma glamour por los cuatro costados. Tienen hasta un Café donde sirven tartas caseras. Su selección de libros es magnífica, aunque yo encuentro la pega de que todos sean de primera mano y a precio normal.

El público congregado ascendía a 40 personas máximo, y creo que gracias a mí y a la Fotógrafa del evento la media de edad bajaba a 55 años. Vislumbré varias desviadas cincuentonas. ¡Juro que no sabía que la Diski fuera favorita entre los lectores gays! Me pasó lo mismo la primera y única vez que fui a un concierto de esa gran mujer, Luz Casal. Entre los asistentes me he encontrado con una Regular Customer de segundo grado cuyo nombre desconozco. La describiré como la mujer de belleza misteriosa a la que antaño solía hablar en castellano porque tiene una cara de españolaza que se cae de culo. Es británica.

Jenny Diski, 62 años, dice palabrotas y tiene un pelo plateado a lo Miranda Priestley (Meryl Streep) en El diablo viste de Prada. Sí, ¿qué pasa? Hablaré de esta película tantas veces como me plazca.




Ha empezado la charleta con la anécdota de un grupo de estudiantes en Gales que han creado un grupo "anti Jenny Diski" en Facebook: jenny diski is a nob. Porque tienen que leerse uno de sus libros y no la soportan. Yo ya me he unido, por supuesto, no porque la odie, que al revés, sino porque la Diski ha dicho que se ha unido también y ha enviado mensajes de apoyo a estos jovenzuelos que se dedican a sugerir diversas maneras de exterminar a la mujer. Qué buen sentido del humor.

El libro que se presentaba era Apology for the Woman Writing, sobre Marie de Gournay, una francesa que a los 18 años tuvo que ser reanimada con eléboro tras desmayarse leyendo los Ensayos de Montaigne y que terminó siendo su editora póstuma. Diski ha hablado sobre el ser mujer y pobre en el 1500 y pretender ser escritora profesional. De lo admirable que fue esa mujer, tan echada para adelante y sin embargo tan mala escritora que hasta su biógrafo, que la adoraba, nunca dijo que escribiera bien. De cómo el dinero cuenta más que la personalidad, triste gracia. Del tema de la "decepción", pues lo considera el más real de los estados de ánimo humanos - yo la apoyo incondicionalmente. De lo solitario que fue siempre Montaigne, viviendo en una torre y sin internet. De lo fácil que es no atreverse a escribir, porque si lo haces entonces todos verán lo mal que lo haces, y eso es arriegarse. De muchas otras cosas.

Por eso yo no canto, para que nadie sepa que lo hago mal (aunque en el colegio estaba en el coro). Debe deberse entonces a mi necesidad de ser perfecta ante los ojos del mundo entero. Pero cuando escribo no tengo vergüenza, ninguna. Me encanta escribir y me encanta que me lean. ¿Será porque creo que escribo lo suficientemente bien? Menuda flipada estoy hecha.

De repente he mirado a mi alrededor y yo no quiero ser una jipilonga toda de negro radical o llena de colorines, con cara de loca, bebiendo vino y balanceándose a la vez, acudiendo sola a este tipo de actos de gente que ha logrado hacer lo que a ti te hubiera gustado conseguir. ¡Dios! ¡Me he visto a mí misma en 30 años y no quiero! ¡Grupo de amigos YA!

Al final de la velada me he acercado hasta ella con mi tímido saber estar y su libro Stranger on a Train y le he pedido que lo firmara, si no el Dueño me deshereda. Cuando le he dicho que iba a esta charla he tenido que huir escopetada antes de que me diera los 5 ó 6 ejemplares de la Diski que tenemos en la tienda para que los firmara todos. Le he contado (a ella) la historia que os acabo de contar, oh lectores alienados, sobre cómo lo que me llamó la atención primeramente fue su nombre. Se descojonaba de este fetichismo apellidil mío.

martes, 13 de enero de 2009

La Mala Educación

Hoy ha vuelto a darse un caso de esos molestos: Rude Tuesdays. No niego que las pequeñas decimillas de fiebre unidas a otros temas mas femeninos y mensuales no hayan favorecido a un aumento de mi sensibilidad y paciencia. Aunque, la verdad, no suelo ser conocida como impaciente, si acaso exagerada.

Al tema, Polaca I ha vuelto al país que la parió y estamos faltos de personal. De ahí que aún con fiebre haya venido a ganarme el pan. Polaca II tiene cosas importantísimas que hacer en el sótano, y el Lituano sólo trabaja ahí abajo también. Conclusión: la soledad y responsabilidad de la tienda enteritas para mí. Harto.

El día ha empezado con una Maleducada por teléfono incapaz de aceptar que no tuvieramos un libro. "¡No lo encuentro por ningun lado!" (taladro de tímpano). Sin duda es culpa mía. "Mira, tronca, te jodes". No le he dicho eso porque me ha colgado antes.

Luego un Flipao de Turno ha venido en persona con un libro que compró en la tienda hace ya, y quería intercambiarlo por otro. Sé que suena muy bonito, y que como librería de segunda mano deberíamos potenciar la lectura a muerte y no importarnos tanto el dinero. A mí el precio me resulta inverosímil, pero no puedo con ciertas actitudes. Vamos a ver, si una persona viene de buenas y te dice "mire señorita, que les compré este libro a ustedes, me encantó, me gustaría que alguien más tuviera la oportunidad de gozarlo, y no tengo mucho suelto, ¿sería posible intercambiarlo por otro? EDUCACIÓN. Jóder, ni me lo pienso. Pero si viene alguien y te tira el libro con desprecio sobre el mostrador y no te pregunta sino que te afirma que va a intercambiar ese libro ya leído por otro... ¿Hola? Mira, no. Ha montado en cólera al explicarle que si acaso le descontaba parte del precio del libro nuevo. "Soy un Regular Customer" me dice (mentira) "y conozco al Dueño" (puede ser, ¿y qué?). Mi firmeza ha sido total, y hasta otro cliente que andaba por ahí cerca le ha dicho al Flipao que se estaba pasando un poco. "¡Tú no eres quien para darme lecciones!", gritaba encolerizado. Se ha marchado muy indignado y no ha dado un portazo porque nuestra puerta es de cierre lento. A los cinco minutos ha vuelto para disculparse. Y a los diez minutos ha vuelto con bombones. La gente esta fatal.

También ha venido una Petarda exigiendo un libro que Polaca I le prometió que buscaría para ella. Como ya he comentado, Polaca I es historia y no ha dejado ninguna nota sobre ningún libro. Entiendo que la Petarda se haya quedado decepcionada, se le prometió una cosa que no se ha cumplido después. Pero, ¿POR QUÉ LA PAGAS CONMIGO, si encima me ofrezco a buscarte el libro yo personalmente y a llamarte si lo encuentro? "¡A ti te voy a dar mi teléfono!", me dice la muy. "Ya lo encontraré en otra tienda donde la gente sea mas amable". Sera cretina, ¡que tengo fiebre!

Son pasadas las 3 de la tarde y Polaca II todavía no ha subido. Tengo hambre, y mis ganas de ir al baño me las llevaré a la tumba. Parezco una de las Personal Assistants de Meryl Streep en The Devil Wears Prada. Peliculón.


----------------------------(Inciso de 8 horas)---------------------------


Ahora ya estoy en casita, pero tengo más anécdotas chungas que compartir, que sacar fuera de mí.

Un Pesadilla me ha preguntado si tenemos libros sobre Fonética. "Seguramente" le digo, y le llevo hasta la sección de Lingüística. De entrada ya se altera al percatarse de que no estoy por la labor de quedarme con él. Es muy raro que alguien quiera que le ayudes a bucar algo. Aún así, he visto su cara de agobio y le he dicho que no se preocupara, que yo le ayudaba a buscar. ¿Y qué me dice?: "¿Tú sabes algo sobre Fonética?" Me sincero: "no mucho". "Pues preferiría que me ayudara alguien que supiera del tema". "Ya" repongo, "la verdad es que estoy yo sola". Le ha faltado escupirme, porque el careto de asco le ha quedado estupendo. No, si al final una va a tener que ser erudita en todos los campos.

Cretinos del universo: ¡a tomar por saco!

No todo es malo, sin embargo, y Zadie Smith no sólo es Regular Customer sino que me saluda. Verídico. ¿Qué? ¿Cómo se os ha quedao el cuerpo?

La fiebre bien, gracias. Ya pasó. Me mata la garganta.

lunes, 12 de enero de 2009

La vuelta al Cine II

Mi relación con las Chicas Guapas del cine junto a mi bookshop pronto hasta podrá ser tachada de amistad. Guapas y Majas, mira tú qué bien. Películas que he visto últimamente:

PARLEZ-MOI DE LA PLUIE (Agnes Jaoui)



Francesa, un poco rollo. Cuando vi la primera película de Jaoui, Para todos los gustos (2000), me quedé loca. Y es que a mí me das una buena peli con mil personajes que se cruzan y más feliz no puedo estar. Luego rodó Como una imagen (2004) y bueno, me gustó menos. También muchos personajes montándola parda de aquí para allá, pero no me cautivó tanto. Parlez-moi de la pluie (2008) no ha hecho sino defraudarme más. Historia tan tonta que no hay historia. La mujer lo ha intentado, pero debería ser menos vaga y no conformarse con los buenísimos actores de los que siempre se rodea. Y es que la química entre su personaje y el de Bacri (son pareja profesional y emocional en la vida real) es genial. No debería desaprovechar tanto buen saber hacer con un guión que parece una primera versión de algo quizás podría llegar a ser bueno (o no).


WALTZ WITH BASHIR (Ari Folman)



Película de animación imprescindible. Yo no sé mucho sobre técnicas de animación (ni sobre mil otras cosas), pero salta a la vista que los cerebros detrás de esta joyita no buscaban la perfección formal mas a la última. La historia es como mazazo: lo que Israel está haciendo ahora en Gaza ya lo hizo antes en el Líbano, y volverá a hacerlo donde le plazca porque nadie está por la labor de frenar a esos majaderos.


THE READER (Stephen Daldry)


Me daba un poco de perezón verla, no sé muy bien por qué. Me esperaba un duelo interpretativo entre Ralph Fiennes y Kate Winslet, en plan qué buenos actores somos, cómo sufrimos de bien en pantalla y alguna escena de amor/sexo. Por eso no quiero ir a ver Australia, por mucho que Nicole lo merezca. Me congratula harto afirmar que, para mí, es el chaval quien roba la película enterita. Y mira que a mi me gustaba antaño Ralph Fiennes, pero es que hacer de hombre devorado por su tristeza interior le quedaba muchísimo mejor cuando tenía pelo. Qué mala soy. Kate Winslet tiene la escena que más me emocionó: cuando recibe el libro de Chejov, La dama del perrito, y hace lo que hace. Me lo callo para no destripar puntos de giro, que la peli es estupenda. La gocé, mucho. Da gusto que se gasten los presupuestos que se gastan en contar historias bellas.

martes, 6 de enero de 2009

Día de Reyes

Desde que volví de Madriz, el mismísimo día 1 (Año Nuevo, Londres Nuevo), he estado viviendo en la inopia más inocente.

Para empezar me tocó trabajar cual pringada desde el día 2. Siempre suelo llegar diez minutos tarde, no sé evitarlo, y resulta que he estado llegando, tres días seguidos, una hora y diez minutos tarde. En mi casa me decían "vas a llegar tarde", y yo no entendía qué mosca les había picado, por qué de pronto se preocupaban de si cumplía o dejaba de cumplir mis horarios. Y en la librería, como de costumbre, precedía mi good morning con un sorry I'm late, good morning. Respondían que no me preocupase, que entendían que por una vez que hacía sol hubiera preferido vagar por Londres con mi bici. Yo les decía "yes, yes", como a los locos. ¿De qué hablaban? El tercer día lo comprendí: llevaba todo 2009 viviendo con una hora de retraso. Al llegar a España decidí no adelantar la hora en el móvil británico, pero al volver a Londres me debí olvidar de este detalle y retrasé el móvil una hora. A todos les hizo mucha gracia, menos a mí: ¡he perdido tres horas de mi vida!

Otra inopiada ha sido Reyes. Con vergüenza y pesar reconozco que al final he caído en la caca esa del faceshite, y ayer la gente no hacía más que hablar de limpiar zapatos y ver cabalgatas. ¡Esta noche es Reyes!, grité un tanto histérica a mis flatmates. Sigo viviendo con dos griegas y una alemana, pero el griego y el francés se han marchado y en su lugar tenemos a un galés y a un escocés. Estas cinco personas con las que convivo no sólo no celebran Reyes sino que incluso desconocían la festividad. Así que esta mañana me he levantado dando un salto mortal, me he quitado el pijama sin usar las manos y he desayunado tostadas con fuagrás. ¡Quiero un roscón!

Aprovechando que tenía, por fin, el día libre, he decidido irme de viaje al oeste (o las aventuras de una reina muy mona). Me refiero al oeste de Londres, mi antiguo barrio. Desde Hackney he bicicleado por el canal hasta Kings Cross y de ahí todo derechito hasta Notting Hill. Mi aspiración de encontrar un roscón en la churrería española que hay cerca de Paddington ha sido un sonado fracaso. Tan sólo he logrado permeabilizarme con un olor a fritanga harto prescindible.

Una vez en Portobello Road he optado por hacerme un par de regalos, y me he invitado a comer en un libanés y acto seguido me he comprado lo último de Aimee Mann, Kathleen Edwards y Lucinda Williams. Luego he cogido la ruta que antaño protagonizaba a diario, cruzando Kensington Gardens, Hyde Park, Buckingham Palace, Westminster, y he aprovechado para visitar a mis antiguos compis del BFI (British Film Institute). Hace un frío angustioso, pero aún así los puestos de libros que hay frente al BFI y bajo el puente de Waterloo estaban abiertos.

Hacía un montón que no veía a mi librero favorito, Adam, quien nada más verme aparecer me ha dicho que eligiera un libro como regalo de Reyes. No ha sido fácil, pero por fin poseo The heart is a lonely hunter (Carson McCullers).


En el BFI aún trabajan algunas caras conocidas y, aunque ya no sirven Hoegaarden, me han invitado a un hot chocolate que ha sido como una bendición de calor y sabor intensos.

Y todo esto sin limpiar All-Star de palo alguna.