viernes, 27 de julio de 2012

Mini repaso a una vida olímpica

Hace cuatro años justos yo estaba, como quien dice, instalándome en Londres. Llevaba varios meses ya allí, no tenía amigos (¡cómo se me llenaba la boca cuando decía eso, eh Maic!) y mi vida sentimental se extinguía por momentos.

El día que Londres se alzó con las Olimpiadas 2012 yo estaba allí de visita. Vivía en Edimburgo por aquel entonces.

Decía que hace cuatro años yo estaba en Londres, en aquel primer pisito de Notting Hill, y vi enterica la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín, en mi sofá. Rafa Nadal acababa de ganar Wimbledon y la BBC le enfocaba sin parar, le amaban. 

A los cuatro meses de aquello me fui, precisamente, a Pekín, a visitar a una amiga que me contó que durante las Olimpiadas Pekín había sido el infierno. Además del calor.

Y ahora estoy en Madrid, vaya calor. No me sale muy bien eso de estar en el momento y lugar adecuados. ¿O sí? Dentro de un rato se inauguran los juegos de Londres, que además van a tener lugar muy cerquita de mi ex casa, donde estuve hace escasos diez días, recogiendo a Patsy y siendo MUY feliz. Demasiado. Pero no voy a llorar.

Me perderé la ceremonia por la tele porque esta tarde me voy al teatro, lo que significa que dentro de cuatro años el Conde Duque y Río de Janeiro tendrán algún tipo de conexión aún desconocida. Ya os contaré.

miércoles, 18 de julio de 2012

O.D.A. (sin tildes)


Cuando sientes una pena infinita,
Pero todo va bien
Y no se puede sino ser optimista,
Porque quien sabe que horripileces
Nos esperan a la vuelta de la esquina.

Anoche, cicleando por Clerkenwell, lo vi muy claro:
Londres es mi hogar.
Dicen que cuando quieres mucho a alguien,
Lo quieres tanto que hasta lo dejas marchar.
Pero la que se va soy yo.

Realidad Vs Fantasia,
Batalla que dura muchos tiempos.
Incluso Ken Loach suenya,
Incluso Galdos inventa.

Cliche: un duro golpe de realidad.
Pelicula: ese oscuro objeto de deseo.
Conclusion: Art + Adj + N + CN

En mi caso, la asertividad
Empieza a dar la mano a la culpabilidad.
Aristoteles no dijo: El hombre
es un ser timido. Dijo racional.
Y ademas se saco una Poetica
De la nada, de la manga,
De la vida.

miércoles, 11 de julio de 2012

Spot the tourist


Entonces, estaba yo tan contenta en Madrid, tras, además, un fantástico viaje relámpago a Barcelona, cuando de pronto me vino a visitar el Compi, y después de tan solo una hora juntos, tiradísimos en las hamacas de la piscina, me entraron una nostalgia y un amor profundo por Londres que pa qué. Me puso al día de todos los viajes en bici que ha hecho en estos dos meses, lo mucho que me echa de menos cuando va solito a la terraza de nuestro pub, The Elderfield. 





Si algo he sacado en claro en mi enésima visita al El Prado es que en la siguiente fiesta de disfraces, obviamente, me pido ser Don Juan de Austria cuando es presentado en Yuste a Carlos V. ¡Qué traje tan molón!




Lo que más me gusta del Compi vacacioneando en España es que se ha obsesionado con la morcilla de Burgos, y esto es mucho mejor que mi visita del verano pasado (otro Chris), obsesionaíco él con el chocolate con churros como si no hubiera un mañana: desayunar, en San Ginés; aperitivo, San Ginés; merienda, San Ginés; todo esto en el agosto madrileño. Fue horrible.

El saber no ocupa lugar: las patatas Ruffles, al jamón o no, se llaman así porque "ruf" significa "ondulación", y la gola barroca se llama Ruf, en inglés, por motivos más que clarinetes. El Compi es una fuente de sabiduría campechana muy importante.

Psicología de la Cerveza, by Lu: porque si tienes una pinta delante, bebes más rápido; si lo que tienes es una caña, tu ritmo desciende una barbaridad; y si tienes una caña con la que te dan tapas que podrían ser cenas completas, te la bebes como si de una pinta se tratase: velozmente. El cerebro es muy sabio, porque todos estos procesos que acabo de demostrar cientificamente suelen ser inconscientes. Son las 5:30 am y acabo de dejar al Compi en Barajas tras ocho días de intensidad y de atasco en atasco y tiro porque me duermo.



El Compi y yo muy contentos en Valencia