viernes, 13 de febrero de 2009

Descontrolando



¡Mi vida es un descontrol! Pero no malpenséis: ni de sexo, ni de drojas, ni de rock n' roll. Es un descontrol porque no estoy en control. Es divertido. Es un infierno. Una de mis flatmates griegas dice que como soy artista pues claro que mi manera de enfrentarme a la vida es tan intensa. A ver, por partes.

- La palabra "artista" me produce una urticaria que pa qué. Que alguien te lo llame... pase. Llamártelo tú misma no tiene nombre.

- Mi manera de enfrentarme a la vida no es una manera en sí, es como la de todo el mundo: un día a día que una lleva lo mejor que puede. Con más o menos aspavientos. Con más o menos dinero. Alguien dijo:


"Es peor un rico triste que un pobre triste, pues el pobre aún puede tener la esperanza de que con más dinero todo sería mejor. El rico ya sabe que no es así"


¿Que por qué mi vida es un descontrol? Sobre todo emocional, pero no voy a entrar en detalles. Sí diré que se refleja en mi actitud: enganchada al Faceshite, sin leer, escribiendo poco y mal, bebiendo too much... No es tan terrible, pero de alguna manera en lugar de aceptarme como tal y gozar esta extraña etapa que la vida me brinda, me lo tomo todo a la tremenda. Porque, vamos a ver, ¿para qué quiero tener control? ¿De qué?

Ha estado mi Madre de visita fugaz unos días y resulta que es una control-freak de cuidado. Ya sé a quién he salido pues. No la culpo ¿eh? que ya soy mayorcita.


Eso sí, una cosa no quita la otra y hoy ha sido un buen día. Me he levantado casi a las diez, y me he quedado en la cama... lo que viene a ser cero coma. He llegado veinte minutos tarde al trabajo y lo primero que he hecho ha sido desayunar un buen brownie. Luego he trabajado bien y mucho al son de mi nuevo descubrimiento musical: Amy McDonald. He puesto el CD cuatro veces seguidas, hasta que Polaca II (la única que queda) lo ha escondido. He sufrido en voz alta y no me he puesto a patalear de milagro.

A eso de las cinco de la tarde han ido llegando a la bookshop distintos flatmates of mine, junto con amigos y amantes. Quite spontaneous, mind you. Obviamente nos hemos ido al pub a celebrar que era jueves y, sin embargo, nevaba.

Me encanta que nieve. Gocé la gran nevada de la semana pasada cual pollo goza con su pepitoria. Desde tempranas horas mis compis y yo estuvimos jugando a guerras de bolas de nieve en el jardín de casa. Hicimos una muñeca de nieve embarazada - Lillian McGregor - y un Churchill de nieve. Hasta me dediqué a lanzar bolas a los patos del canal que hay cerca de mi hogar. Las chicas que iban conmigo (o yo con ellas) decían: "Tía, ¡que son patos!" Me recordaban a aquella frase genial que en uno de mis guiones - Resaca para más señas - el personaje de Inés le espeta al de Ro:

ROCÍO
¡Ro! Soy yo, Inés. ¡Te regalé un tutú!


Es absurdo. ¡Que son patos! ¡Te regalé un tutú!




Lillian
McGregor


Churchill

5 comentarios:

Cesc Sales dijo...

Pues nada chica. Es lo que hay ahora mismo. Dejalo fluir, bienvenido el descontrol...

Pasé una epoca mú parecida, tambien rollo sentimental sin entrar en detalles...

Fiesta de Pijamas dijo...

ay, yo a eso lo llamé hace dos años síndrome de abstinencia y locura adolescente merecida unidas. Ves monos rojos por el techo a la hora de dormir? Te gustaría que incluyeran un ersonaje como tú en los dvd's de al salir de clase?

PD: por cierto es un secreto secretado pero la wer, isa y yo hemos abierto un block que es ese nombre raro que te hizo preguntarte quien demonios comentaba tu vida tan frescamente

Xu

Jorge dijo...

Odio la nieve, aunque reconozco que ver a personas jugando en la nieve es hermoso. ¿Winston Churchill? De cerca tiene un aire, de lejos me recordaba a Danny de Vito.

Y el descontrol que circule. Disfruta lo que te dejen disfrutar.

Polaca II no tiene sentimientos.

Jorge

P.S. Novela negra 1 y Novela negra 2 son suyos.

Anónimo dijo...

Fuck Off, Sweetheart

La chica automática dijo...

Que fluya, que fluya...

Prefiero la amputación a ser un personaje de esos que salen por el CBC. Fiesta de Pijamas: me gusta.

Jorge gracias por el oferta. De verdad que me encantan esos dos tipos. Muchísimo juego dan.