viernes, 4 de febrero de 2011

By myself

Os complacerá saber que he sido capaz de colgar dos baldas en mi pared, de modo que he podido deshacerme de la horrenda visión que durante dos años y pico ha hecho las veces de estantería fea e inestable de ikea. Sólo he tardado en accomplish the mission dos días enteros, 30 agujeros cuando con 18 bastaba y, nada más coger el taladro, estando como estaba sentada en el suelo a lo indio, me taladré mis propios cordones de las bambas. Después de aquello todo fue pan comido. Incluso en un intermedio de tanto bricolage eterno aprendí a hacer pizza casera y creo que soy una cocinera estupenda. He vuelto a tomar grandes decisiones; y un café; y POR FIN ha aparecido en la bookshop el último de Joshua Ferris: The unnamed.

Me entra mucho frío aquí dentro, en la blogosfera. Igual que necesito tocar un libro, necesito algo más que una pantallita con imágenes o texto. En todos los ámbitos.

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