viernes, 7 de agosto de 2009

Cartas a Ro

Querida Ro,

Después de una semana espectacular vuelvo a Londres tal y como vine: con picor capilar y rezumando un gusto exquisito al vestir. No creo que te haya pasado inadvertido el hecho de que no nos hayamos visto. No quiero conocer tu opinión al respecto, sólo te reiteraré una y mil veces que mucho mejor así.

Fue harto complicado y agotador ver a todos mis amigos y conocidos. Siete millones son muchos millones. Matemáticamente supone 0,0864 segundos para cada uno (bueno, un poquito más teniendo en cuenta que la parte que te hubiera tocado a ti se repartió entre todos). No he dado abasto, my love. Me llegaba la camisa al cuello malamente, así que opté por los tirantes. No de esos con la bandera española que tú solías llevar en las Fiestas de Guardar, sino unos mucho más modernos, de Snoopy.

Lo he visto todo: del Guernika al Bernabéu, Moratalaz, Lavapiés, el Retiro, Casa Campo y Ateneo. En Madrid no hay playa, vaya truño. Me ha faltado solamente el Cristo de Medinaceli, la Torre Eiffel, el Gran Cañón del Colorado y en general todo lo que viene a estar fuera de la provincia de Madrid.

Intenté pedir audiencia con el alcalde. Me enteré de que esta semana - y no otra - iba a otorgar medallitas a los hijos pródigos de esta nuestra villa y, confío estarás conmigo, ¿quién merece tal honor tanto como yo, y más ahora que murió el panadero de Barrio Sésamo? Me quedé de una pieza no sólo cuando se negaron a dejarme entrar en el Ayuntamiento semi desnuda de pies para abajo y de hombros para arriba (en medio llevaba un vestido ideal que asemejaba un abeto navideño con móviles ya inservibles a modo de espumillón) sino cuando el alcalde en persona pasó a mi vera al abandonar el edificio y hurtó uno de mis teléfonos colgantes así, de soslayo. Enseguida reparó en que no funcionaba y puso una conferencia a Hawai para hablar con los delfines asesinos. ¿A que te quedas muerta?

Your’s Faithfully,

Lucía


Barajas, a 21 de mayo de 2009

2 comentarios:

porlatangente dijo...

De aquí nada esa regla-enough se convertirá en matamoscas! En Londres siempre estaba por el bar de Foyles en busca de amigos. En un año no hice ni uno pero como iba tanto se pensaban que trabajaba allí y me hacian descuento.

La chica automática dijo...

¿Por qué nos cuesta tanto a tantos hacernos con una Vida Social en esta dichosa capital de la Gran Patraña?