sábado, 29 de enero de 2011

Cartas 2011


Querida Ro,

Me gusta mandar cartas. A ti nunca te las envío: porque me debo a los fans. ¿Tú tienes fans? Yo sí. Son gentes quisquillosas que huelen a lo que pueden.

Sigo igual que siempre. Para mi próximo B-Day (cumple) me he propuesto añadir una nueva cosa a mi ya consabida respuesta. Atiende:

- ¿Que tal Lu?

- Súper bien en mi casa, en la bookshop, con Patsy, con los amichis.

Me aburro. Añadir, añadir, añadir. Con el Año Nuevo he ido al banco, me he apuntado a la piscina y fumo menos. Fui a Valencia, comí boquerones y casi muero en un castillo. Sin contar lo de la litera.

¿Has leído a Aristoteles? Yo sólo la Poética, en pitinglis además. ¿Has odiado a alguien alguna vez? ¿Te ha parecido alguien alguna vez tan pesado que hasta te ha dado vergüenza ajena que te hablara aunque no hubiera nadie más delante? ¿Mantienes el poster de Belle Epoque en tu choza de mujer casada y treintañera?

Te diré algo que seguro ignoras: se lleva el moño en las alturas. Y al parecer si no te pintas los labios de negro es como quemar tu carnet de moderna. Yo me compré un Barbour en Bristol, hará dos meses, justo después de volver de Helsinguete (caga y vete). Sí, el Barbour está de moda, pero para mí fue más una cuestión de: superación de traumas. Porque en mi cole o llevabas ese abrigo, el original, y atufabas a toda la clase con la cera apestosa esa de caballo con la que debías untarlo por todas partes, o no eras nadie. ¡Nadie Ro! Alma muerta. Yo siempre fui Lu. Es súper-diver terminar la enseñanza obligatoria bien cargadita de paranoias. Mis padres son profes. Si alguna vez tengo hijos, o si me los regalan, lucharé para que no vayan al cole si no quieren. Que se vayan por ahí, a Australia, a conocer canguros. O a donde más rabia les de.

Tengo una nueva teoría. Y no veas mo me ha crecido el pelo.

Yours forever,

Lu.

Londres, a 29 de enero de 2011.

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