miércoles, 27 de mayo de 2009

Cartas a Ro

Queridos Lectores,

Recomiendo sin parar Si una noche de invierno un viajero, de Italo Calvino. Por si no había quedado lo suficientemente claro.

Mi lectura de El lobo estepario va lenta. Este año voy fatal. Tampoco escribo casi ya, por lo que me estoy obligando a ponerme delante del papel en blanco y ver qué sucede. ¡Basta de anorexia literaria Lu!

Si hay algo que me sale solo y además me encanta es escribir sobre mi amiga Ro, musa absoluta donde las haya. Es por ello que he comenzado un nuevo proyecto literario, Cartas a Ro, que usaré como comodín cada vez que no tenga ni la más remota idea de qué nueva entrada bloguera hacer, es decir, cuando no tenga nada que decir (quite often, mind you).

Que empiece el chou:


Dear Ro,

Lo más grave que podría ocurrirte si te entrara una alergia espontánea al jamón de York es que los párpados se te desprendan y no puedas jugar al mus nunca mais, y eso es así.

Es por ello, queridísima amiga, que en base a la foto que me enviaste el otro día (sin yo pedírtelo, las cosas como son), me aventuro a corroborar tus sospechas: no por mucho madrugar amanece más temprano. De hecho, si te levantas pasadas las dos de la tarde mejor que mejor, pues casi con total seguridad no te perderás tu propio amanecer. Te confirmo también que sólo dos veces en mi vida he oído hablar sobre dos fulanos que al despertarse no sólo no dejaron de estar dormidos sino que, para mayor inri y regocijo del personal, pidieron tostadas. Como ves no vas a ser la única chalada del cementerio, si acaso una más de tantos. Y sí, una ardilla te otorgará la extremaunción. Se llama Clapit, te va a encantar.

Con respecto a lo de trabajar empaquetando salchichas… ¿qué puedo decirte que no sepas tú ya?... ¡adelante mujer! Bien sabes que aún a día de hoy recuerdo con amor galopante aquel fin de semana que pasé probando mermeladas caducadas. Este tipo de currillos esporádicos que nos gusta hacer por odio al arte (y a Aerosmith) se verán sin duda recompensados cuando nos llegue la bendita hora de traspasar las puertas del Más Allá. No me cansaré de repetirte que casi seguro la vida es factible fuera de los confines de tu cocina. Algún día te darás cuenta y nos reiremos de estas ansiedades tuyas – totalmente respetables aunque de escasa envergadura racional – al son de unos buenos ritmos caribeños, mojito en mano y, si hay que bailar la conga en chanclas, pues oye: se baila y punto.

Siempre tuya,

Lu


Londres a 6 de mayo de 2009

3 comentarios:

Anónimo dijo...

oh dios mío!!! yo quiero que me escribas una carta!! jjjaaaaaaaajjjjaaaaaaaaaaaaa (que estruendo de risa)

Eres la mejor.
besito
Sarandon/Babette

Anónimo dijo...

Joe, Lucía!..... Qué grande eres! Besitos. Lauri.

La chica automática dijo...

Sarandon me congratula que te gusten mis cartas. Lauri, muaks! Estoy un poco perdida, pero trato de recuperar mi rumbo rumbero.