sábado, 9 de julio de 2011

Alegrías estivales


Hoy he retomado el piano. No recuerdo si el cumpleaños de mi padre es hoy, mañana o pasado. El de mi madre seguro que es el 20. Creo que es el 11. Anyway. Mi fastuosa carrera como concertista profesional se vio auto-truncada cuando en 3º de EGB cambié el solfeo y las teclas por los patines. Muchos años después, hoy mismo, he decidido aprovechar que es sábado, no trabajo y no hay nadie en casa. Es rarísimo. Tengo dos pianos para elegir y he optado por el clavinova de la griega que toca el piano. La otra griega acaba de entrar por la puerta, ya me parecía extraño que esto estuviera tan tranquilito. Llevo dos horas practicando el principio del Ecossaise de Beethoven y tengo mis propios nervios destrozados. Sólo tras recurrir a youtube he comprendido cómo debería sonar esta pieza; ya la tengo bastante domesticada:


(obviamente no soy yo)


Esta semana ha sido un tanto plof. Secretos que una tiene. Pero no me desanimo too much y la vida en Londres continúa. La verdad es que era un plan estupendo, qué rollo que no haya salido.

Primicia:

La griega que toca el piano me hizo hacer una lista con las características concretas, tanto externas como internas, de mi chica ideal. El resultado, dear readers, me ha dejado perpleja: mi chica ideal - aunque tenga el pelo rojo en vez de rubio - es Ro. Por supuesto inmediatamente la llamé y le confesé mi amor recién descubierto y le encantó la noticia, a pesar de estar casada y embarazadísima de su marido. ¡Hola Carlos!

¡Alegrías estivales!


1 comentario:

Anónimo dijo...

cómo me gustaría saber tocar el piano!!
por más que la miro no le encuentro el parecdido con virginia woolf. No sé pueden ser cosas mías, pero me tiene un aire con carson mc cullers