martes, 29 de enero de 2008

Oficinas, árboles y un billete de 500.

Mi nueva actividad diaria no deseada pero remunerada se desarrolla en un bello paraje que combina con gran glamour las zonas verdes por doquier y los edificios 100% acristalados y fashion. Oficinas y árboles.
Su aspecto pseudo pueblito idílico de cartón-piedra con pisos de no más de cuatro alturas, hermosos bulevares comerciales levemente transitados y una falta absoluta de ruido, humo, gentío... hacen de mi nueva ubicación laboral un buen lugar. Algunos lo llaman calidad de vida. Es hora de concretar que esto de "buen lugar" necesariamente implica que gozas cual pollo trabajando en el emocionante mundillo de las empresas, las oficnas y los despachos. Lo mismo da trabajar para Loreal que para PryceWhiteCooperHouseSuputa.
Desde nuestra flamante oficina podemos disfrutar y extasiarnos antes las ¿impresionantes? vistas de Madrid capital en toda su esplendorosa y grisácea totalidad, con las nuevas torres a lo Downtown estadounidense a un lado y la sierra al fondo. Propongo un bello inciso para documentar que la sierra está plenamente exenta de nieve... ¡viva!
Mi primera gran misión como asistente personal y gobernanta de la ofi ha sido la adquisición del material de oficina necesario. La escena ha sido la siguiente: el magnate ha sacado de su cartera, como quien no quiere la cosa, un billete de 500 euros (servidora desconocía que eran morados), ha llamado al chófer para que me recogiera en la puerta y juntos (el chófer y yo) hemos recorrido las bucólicas calles rebosantes de pequeños comercios necesarios y árboles bien plantados en busca de una papelería al por menor. Es impresionante como a lo bueno uno se acostumbra con una facilidad pasmosa, pues, tras rechazarme los papeleros el billetito violeta, el chófer y yo hemos empezado a refunfuñar (mientras dábamos vueltas en el Mercedes impoluto tratando de localizar un alma caritativa que nos cambiara el papelón) sobre cómo estaba el patio, y menudo fastidio que le pusieran tantas pegas a un billete tan normal (yo, con ese y 39 más reúno mi sueldo anual, ya veis que tontería).
Así son las cosas. En mi vida privada llevo casi dos semanas subsistiendo a base de quemar la Visa crédito y hasta me he visto obligada a personarme en una sucursal de mi banco para poder retirar en efectivo los 4,71 euros que me quedaban en la cuenta para pagarme el trayecto a la oficina (¡cuánto añoro mi bici!) mientras que en mi vida "pública" voy por ahí en un Mercedes conducido por un chófer y con los bolsillos repletos de billetes de 50 para luego volverme loca compra que te compra bolis y cuadernos y grapadoras y paridas varias. La verdad es que me he sentido como la actriz protagonista de la nueva campaña "Vuelta al cole" del Carlin.

1 comentario:

Melrose dijo...

¡¿¡Tuviste que sacar 4,71 del banco!?! ¡Qué vergüenza! Me ha hecho gracia, pero la verdad es que es bastante triste. Mejor no se lo digo a mamá y papá porque sino...

Por cierto, ya he visto que has tenido que recurrir a la publicidad para dar a conocer tu blog (que no blogs, no sé por qué te empeñas en llamarlo así). No debería meterme en él, ya que tú nunca te metes en mi fotolog. Pero casi mejor no te metas, todavía me acuerdo de la última vez que lo hiciste, y me llamaste superficial y simple.

Anyway, ¡enhorabuena por tu blog!