Vengo de pasar tres días en Rügen, preciosa islita en la costa alemana del mar Báltico y número 340 en el ranking mundial de islas mayores de 500km cuadrados.
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http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Islas_por_superficie. He perdido/ganado bastante rato/alegrías mirando este listado... ¡viajar archipiélagamente! Sobre todo quiero viajar a la isla de SALSETE, en la costa oeste de la India. Juro que se llama Salsete y parece ser que ostenta el puesto nº14 en el campeonato de "islas más pobladas de la Tierra": 15.1 millones de personas para 619km cuadrados; la verdad es que ya no quiero ir, qué agobio).
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This is Rügen |
Primer fallo: no haber reservado alojamiento con antelación. La ocupación hotelera era del 99% (me lo invento, pero seguro que rondaba ese porcentaje). Resultado: kilómetros y más kilómetros de un pueblito a otro - paisaje espectacular al menos - en busca de ZIMMER FREI, o habitaciones libres, que bajaran de los 120 EUR la noche. ¡Demasiado tiempo perdido en estos menestares del pernoctar en lugar de haber pasado más horas en las playas! Efectivi: en Rügen hay playas. Y bosques. Y trigales. Y Parques Nacionales, como el de Jasmund, famoso por sus acantilados de piedra blanca y el peligro constante de desprendimientos rocosos y, por tanto, de muerte por aplastamiento. Es una isla estupenda a pesar del peligro.
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Trigal |
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Jasmund Naturpark |
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Jasmund Naturpark |
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Jasmund Naturpark |
De haber sabido que existía, habría estado bien quedarse en el albergue que hay en Prora. O si no en Binz, localidad costera que me recordó mucho a Santander por lo blanquito de sus casas, por su turisteo más bien pudiente y por la ausencia total de no-alemanes. Bueno, esto en todo Rügen. A diferencia de Berlín, solo pude escuchar español cuando en el coche poníamos a Julieta Venegas.
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Playa de Binz |
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Playa de Binz con sus típicos asientos |
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Casa típica de Binz |
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Sallin, un Brigthon de arena blanca |
Pero yo quería hablar de Prora.
Yo no sabía que existía Prora.
Prora es una pequeña localidad playera entre Binz y Sassnitz donde Hitler decidió levantar su propio Marina d'Or: más de cuatro kilómetros de barracones que debían albergar a 20.000 trabajadores nacional socialistas con cerebro frito. Pero antes de que llegara a ser inaugurado, Hitler hizo de las suyas e invadió Polonia. El resto es historia. Y Prora, que como complejo ocioso-arquitectónico no tenía la culpa de nada, se quedó sin ser Marina d'Or. A veces hizo las veces de campos de entrenamiento militar, pero en general fue abandonado. A día de hoy se conservan todos los barracones y verlos tan juntitos da cierto yuyu. Algunos se han reconvertido en un albergue. También hay un camping, una escuela de surf y windsurf y un campito de voleibol. Está a dos minutos de la playa.
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Playa de Prora |