Querida Ro,
Suenan los Gypsy Kings mientras tomo un café con leche. No estoy en mi cocina. No voy a decirte dónde estoy porque sospecho que no es buena idea. Me abro demasiado.
A mi lado una mujer procura no aburrirse con un francés que no habla inglés nada bien. Ella quiere marcharse pero él no lo pilla - o no quiere pillarlo - y acaba de pedir una tarta de chocolate. A ella se le ha quedado una cara de resignación bastante evidente.
Luego iré al gimnasio. Mi abuela me dijo el otro día que por primera vez en la vida de ambas me veía como a una mujer; ya no soy (para ella) la niña que siempre fui. Yo por supuesto entendí el eufemismo: Lucía, engordaste. Y mira que me cuido. Supongo que será el gimnasio. Tuve que dejar de hacer ciertas máquinas porque empezaba a parecerme a Madonna recogiendo su Oscar. Quita, quita.
Tengo cierta problemática en la librería.
Ayer llovió todo el día y a mí me tocó pasear por Notting Hill. Al menos compré horchata en Garcías.
¿Tú qué tal? Todo cambia Ro. Incluso yo voy a cambiar. ¿Te imaginas que de pronto te digo que me gusta el queso? ¿O la mantequilla? Antes no podía ni ver la sopa y me acabo de zampar tan contenta una de carrot & coriander. En realidad era sal con sabor a sopa. ¡Yo no tomo sal!
La gente pasea por la calle, ha salido el sol. Ojalá esa chica no llevara ese abrigo de flecos tan espantoso. Si hubiera ido de otra guisa yo no habría tenido que contarte lo del abrigo horroroso sino que podría haber empleado el espacio y el tiempo de la comunicación en cualquier otro tema menos banal. Por ejemplo: mi pelo. Me lo estoy dejando largo y parezco un niño francés, un principito. ¿Qué quieres que te diga? Siempre será mejor que parecer un niño alemán en un camping.
Es hora de despedirme. Si fuera rica me iría mañana mismo a la playa. ¡Tengo tanto que leer!
Un saludo mío,
Aquí Cronk.
Londres, a a 6 de junio de 2011.
1 comentario:
No puedo comprender como tienes un tan exquisito gusto que te deje apreciar el buen sabor de la horchata (conozco a pocas personas que les guste la horchata), pero que sin embargo, no te deje disfrutar del buen queso. Deberías tomártelo como una asignatura pendiente, comer queso nos hace a todos más humanos.
No había pensado en lo de niño alemán de camping. Me ha gustado.
Publica más a menudo, por favor, Automática.
Leerte es un placer.
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