Mi chica y yo hemos elegido (en el último momento) Londres. Ella ha vivido largas temporadas aquí y se mueve por esta inmensa urbe, y en bicicleta, con una facilidad que a mí me va a llevar un rato largo.
La verdad es que me siento un poco perdida. Supongo que la manera de movernos aquí tiene que ver. De un día para otro llamo al casero para decirle que dejamos Conde Duque, aviso en mi Oficina que me piro en dos semanas y me dedico a comprar billetes de avión megabaratos para visitar a una amiga en Amsterdam primero y a otra en Malta después.
Amsterdam ya lo he dicho: bicis y bookshops. Y mi amiga Evi, a la que no veía desde hacía más de un año pero como si la hubiera visto el día anterior. Ese tipo de amigos.
Malta fue genial, no sabría por dónde empezar a explicar lo muchísimo que me ha sorprendido, encantado, aportado. Vi bastante poco a mi amiga Ro, motivo único de mi visita a la isla: trabajaba sin parar en el rodaje de Agora, pero me dejó su coche para que recorriera cada palmo maltés. Voy a tener que escribir varios posts sobre este viaje, dado que en estos momentos mi amor por Malta no conoce las fronteras.
2 comentarios:
Luuuu
Te echo de menos como los pollos echan de menos a su pepitoria... La vida es bella sin embargo.
Te amaré por siempre.
Jineso, estoy como un queso.
¿Tan bonita fue la etapa en Edimburgo? Me alegro. Pero recuerda que ya no tienes 23 añitos recién cumplidos, que eran los que tenías cuando te fuiste, eras más peque que yo ahora, ¡qué fuerte! Cómo pasa el tiempo...
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