Querida Ro,
Una vez, en Bratislava, o más bien a la vuelta de (Bratislava), empecé a escribir una gran historia. De haberla terminado sin duda estaríamos hablando de una obra inmortal en la Historia de la Literatura. Pero yo aspiro a ser como Anna Kavan; no adicta a la heroína (¿y por qué no?) sino como uno de los secretos mejor guardados del siglo XX. Lo que pasa que ahora es ya siglo XXI, y en casi todas mis fotos del siglo XX salgo en chándal de táctel, morado.
¿Sabes? ¿Qué sabes? Sólo sé que no sepo. No sabo. No sabería. ¿Saber de saber datos o de cuando la comida te sabe o no te sabe?. Te diré un secreto: a veces, aunque las hayas dejado en remojo toda la noche, las judías pintas tardan semanas en estar comestibles. Te lo digo por experiencia: me acaba de pasar.
No te puedes ni hacer una idea de lo que me ha pasado hoy mismo. Ni siquiera yo soy muy consciente del cambio. Porque hablo de un cambio; pero no como cuando te mojas y te cambias de jersey, es más un cambio existencial, sin haber leído jamás a Sartre, ojo.
Tengo una lista de cosas pendientes y he tachado bastantes líneas ya. Me gustaría tanto tener un colchón nuevo. Tengo un peluche, es un perro, pero la gente suele pensar que es un oso. No sé por qué: obviamente es un perro. Es azul.
No paro de leer. No paro de parar de leer. Leo y paro. Parir leyendo. Parar de parir. ¿Y si no paro nunca? ¿De leer o de parir? Tengo tantas dudas, y lo veo todo tan claro, que me voy al pub. He quedado.
Con amor por los siglos,
Lu
Londres, a 15 de septiembre de 2011.
2 comentarios:
WwwoooOOww
O_o
no sé hacer más emoticonos de esos, si no...
joer chandal de tactel, como fidel castro. hay escritores que sólo escriben cuentos en toda su vida. le recomiendo Paris, de mario levrero. Tiene algo en lo que se parece a su forma de escribir, o viceversa: sus protagonistas andan siempre de un sitio para otro, o en bici o en taxi, o andando, pero no dejan de moverse.
Saludos blancucha,
glups me parece que esto último la va a irritar, como siempre.
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