¿Os imagináis que alguien llega y os dice? Pues mirad, mis grandes referencias son La Divina Comedia y William Blake. Y entonces ese alguien va y escribe una novelaca de 600 páginas, ahí es ná, que indudablemente bebe de Dante y de Blake, pero beber de puta madre. Bueno, pues eso es LANARK, de Alasdair Gray, novelón en el cual yo apoyaba todas mis esperanzas de editora sexi y que ayer mismo provocó una debacle en mi propia persona de treintañera rubia al serme emailada la terrible noticia de que otra editorial se nos ha adelantado y compró los derechos en español (y catalán) el año pasado. ¡Jolínnnnnnnnnnnnnnnnnnn!
Es un libro sobre Glasgow, sobre el apocalipsis, sobre un futuro sin luz natural, sobre el amor, sobre la gente, sobre el arte. Es tremendo. Yo me lo empecé en algún momento de diciembre 2011 y lo terminé el día 31 a las diez de la noche. Llegué tarde a la cena de Nochevieja en casa de una amiga (¡Hola Nuria!), en Londres, porque me negué a empezar 2012 (2011 fue regulero, ¿por qué ocultároslo más tiempo? ) leyendo todavía aquella cosa apocalíptica. Me entró la superstición, ¿qué queréis que os diga?
Así que el día 1, tras ser achicharrada con un cigarro en un nudillo, tras acostarme - previo vómito alcoholizado - en una casa extraña, tras levantarme en dicha casa y desayunar un revuelto de espárragos y puerros, tras caminar sin rumbo bajo la lluvia torrencial unas cuatro horas, por fin llegué a la que aún es mi casa, hice todo lo que debe hacerse cuando una está calada hasta los huesos pero no le apetece nada coger una pulmonía, me senté en mi sofacito con un hot chocolate (esto del hot chocolate me lo estoy inventando) y empecé Mansfield Park. Supuse que no habría manera mejor de empezar un año, una nueva etapa. Con Jane Austen, ¡claro que sí!
Es un libro sobre Glasgow, sobre el apocalipsis, sobre un futuro sin luz natural, sobre el amor, sobre la gente, sobre el arte. Es tremendo. Yo me lo empecé en algún momento de diciembre 2011 y lo terminé el día 31 a las diez de la noche. Llegué tarde a la cena de Nochevieja en casa de una amiga (¡Hola Nuria!), en Londres, porque me negué a empezar 2012 (2011 fue regulero, ¿por qué ocultároslo más tiempo? ) leyendo todavía aquella cosa apocalíptica. Me entró la superstición, ¿qué queréis que os diga?
Así que el día 1, tras ser achicharrada con un cigarro en un nudillo, tras acostarme - previo vómito alcoholizado - en una casa extraña, tras levantarme en dicha casa y desayunar un revuelto de espárragos y puerros, tras caminar sin rumbo bajo la lluvia torrencial unas cuatro horas, por fin llegué a la que aún es mi casa, hice todo lo que debe hacerse cuando una está calada hasta los huesos pero no le apetece nada coger una pulmonía, me senté en mi sofacito con un hot chocolate (esto del hot chocolate me lo estoy inventando) y empecé Mansfield Park. Supuse que no habría manera mejor de empezar un año, una nueva etapa. Con Jane Austen, ¡claro que sí!
3 comentarios:
Lo tuyo con la literatura es obsesión je,je. Después de una noche de fiesta, de llegar calada a casa, de inventarte que te tomaste un chocolate calentito en el sofá, no tienes otra cosa mejor que hacer que empezar a leer otro libro. Como dice un colega: flipanteee.
El título que mencionas y que te han levantado tiene muy buena pinta, pero ya que tu editorial no se ha hecho con él, no pienso acudir a la competencia. "Automática editorial" hasta la muerte ja,ja,ja. ¡Seré pelota!
Abrazos.
¡Gracias por sernos fiel! Pero de verdad LANARK es una burrada y debe leerse. Promise.
Anotado.
Necesitaría dos vidas: una para leer y otra para releer.
No sé cuándo podré sumergirme en la lectura de este volumen o si podré hacerlo alguna vez, pero ya está apuntado.
Gracias.
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