Tengo hambre o, como diría la Nothomb: Superhambre. Hambre de pasear, de ciclear, de que haga sol para poder pasear. De visitar.
El Compi estaba paranoico y me ha tocado sacrificar mi día libre (hoy) para acompañarle en estas horas bajas, en el pub. No quiero beber nunca mais.
Inés viene el viernes. Inés es como Ro, pero no hablo de ella, aunque hablo con ella mucho más que con Ro. Es lo más.
Voy a Madrid con la prontitud. Belleza.
Mañana me toca ir al hospital de los ojos. Están rojos, que no dolorosos. Lo achaco al hecho de llevar casi cuatro semanas bañándome al seguir mi ducha rota. Sospecho que no me aclaro del todo. No sólo mi pelo (rosa-salmón) es víctima de ello, mis ojos sufren, y yo con ellos.
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4 comentarios:
Quiero ver tu pelo!!! Sube fotos al facebook, o al blog, o envíamelas por mail, pero quiero verlo!!!
Mi grifo de la cocina y la ducha están rotos desde hace una semana. Igual se pusieron de acuerdo.
seguro que no. y ademas no existen
Tangente, ¿qué tal los grifos? Mi ducha ha vuelto a vivir, y darse baños retoma su carácter placentero y no obligatorio.
No entiendo el anónimo.
Querido hermano, ¿cómo vas?
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