Librera sersi
Me muevo por allí como si fuera mi barrio. No tengo barrio. Tengo varios barrios. Uno de ellos es el Este londinense, you know, Hackney, Clapton, Bethnal Green, Shoreditch... el moderneo.
Como buena librera sersi de ideas fijas cada domingo suelo protagonizar el mismo paseo desde mi hogar en Claptonshire al puesto de momos nepalíes en el Sunday Market de Brick Lane. La actividad me ocupa entre una y dos horas, dependiendo de las paradas espontáneas que se me ocurran por el camino.
Clapton es un vecindario chungo que se caracteriza por los fatales tiroteos entre pandilleros y por estar un poco too much al norte, a tomar por el nasti. Una tarde veraniega mi flatmate Alemana fue asaltada por trece quinceañeras que querían quitarle el móvil. Ella tardó lo que viene a ser cero-coma en dárselo, pero una de las chavalas, harto decepcionada tras comprobar el tamaño XXXL del mencionado celular, decidió pegarle un buen mamporro en todo el moflete. La Alemana, ingenua y alemana a más no poder, no daba crédito a lo sucedido y sólo quería comprender, pero cada vez que les preguntaba "But why did you hit me???" recibía un nuevo puñetazo. Se comió cinco y le quedó la cara hecha un poema. El Barrio.
Un poquito más al sur de Clapton está Hackney, otra barriada chunguerris pero mejor comunicada con el resto del planeta: tiene Overground, que no metro, y por norma general los domingos no funciona. Lo ideal es seguir el carril bici que empieza en la plaza del ayuntamiento de Hackney y el cual te lleva al centro pasando por bellos parajes.
London Fields
London Fields es un parque maravilloso que nada tiene que envidiar a los Meadows de Edimburgo. Cuando el sol brilla se llena de jóvenes - en su mayoría malditos desviados - bastante atractivos y en diversos estados de seminudismo. Gozoso. Y las barbacoas abundan.
Broadway MarketAl final de los Fields llegamos a una de mis calles favoritas, Broadway Market, repleta de cafés lindos, restaurantes internacionales, pubs con sunday roasts premiados y sí, gente guapa y moderna. La calle no dura más de unos 200 metros, cruzas el Regent's Canal y te topas con Lock 7, una cafetería-bicicletería regentada por bolleras no modernas majísimas (nótese que no he dicho "pero", la modernidad y la majez son cosas distintas que nada tienen que ver entre sí... muerte a los modernos). Mi querida bici Patsy nació allí.
Caminando dirección sur sin parar, y dejando
Haggerston Park a la derecha , encontrarás la granja:
Hackney City Farm. Animalicos, restaurante con manteles de picnic y alimentos cultivados allí mismo, distintos talleres artísticos para pequeños y no tan pequeños, reparación de bicis... Es una visita obligatoria.
Ya estamos en
Hackney Road, una suerte de calle en curva eterna que comunica Cambridge Heath con Shoreditch; pero no queremos avanzar por ella sino cruzarla allí mismo, a la altura de la granja para extasiarnos ante el Flower Market de
Columbia Road (domingos 8am-4pm). Avanzar entre flores y arbustos en hora punta, o con bici, puede llevarte un rato largo. No tengas prisa. Tómate un café en alguno de los establecimientos tan cucos, o una pizza calzzone en The Globe.
De Columbia Road a Brick Lane hay cinco minutillos de ná. ¿Quién no conoce Brick Lane a estas alturas del cuento? It's the place to be, to show off, to meet, to die. A rebosar no, lo siguiente. Españoles e italianos encabezando el reparto. Por algún motivo la circulación de coches está permitida y los atascos humanos son infinitos. Flanqueando la vía por ambos lados hay puestos, legales e ilegales, con todo tipo de cachivaches, prendas, bicis robadas, libros, discos, muebles, caca. Los managers de algunos de estos top-manta chick tienen una pinta de andrajosos fina, pero no suele faltar a su vera un Mac con conexión a facebook.
A mí lo que me gusta es el barullo, ver a la gente - aunque la mayoría de las veces vaya sola - y comprarme una bandeja de ocho momos en el puesto de Nepal. Sentarme en un banco con desconocidos y mirar la vida pasar. Fumarme un cigarro, tomar un café y leer mi libro. Ahora mismo estoy con T Zero, de Calvino.
Mi Vida Social parece que comienza a despegar y últimamente nos juntamos sin venir a cuento el Peluquero de Mallorca y otros españolitos de pro para hacer la ruta del Shoreditch del Borracho: George & Dragon, un pub gayer decorada a la horror vacui, con cabeza de caballo móvil incluida. La camarera morena es famosa por su exagerado friendliness... not.
A 50 metros del George, también en Hackney Road, está el antrazo de la noche por excelencia: el Joiners. Gratis y abierto hasta las 4 de la mañana. Música infernal, muchachos que se tocan y alguna que otra bella salpicando el macherío. Soy FAN.
PD: no sé el por qué de la separación entre párrafos, las fotos cada una a su aire. Yo lo había dejado todo bonito pero el ordenador me odia y ha quedado así. Jo.