Hace una semana me tiré cinco días espontáneos en Menorca con Ana e Inés. Beat that!
El viernes me voy a Edimburgo diez días. Mi bookshop forma parte de la Antiquarian Bookfair, que a su vez forma parte del Edinburgh Book Festival, que a su vez forma parte del Edinburgh International Festival, que en sí mismo y con cada una de sus ramificaciones es de lo mejorcito que puedes vivir en esta vida. ¿Exagero? A mí me encanta. El Festival digo. Y exagerar también.
El plan inicial era que el Jefe, Polaca II y yo iríamos juntitos y en unión. Yo trabajaría de sábado a jueves mientras ellos inspeccionaban las bellas Scottish Highlands y luego yo tendría vacaciones de viernes a miércoles. Pero los tortolitos por fin han pillado una casa juntos y entre la mudanza y pitos y flautas no tienen tiempo material para Edimburgo. Conclusión: Lucía y una de las Nuevas Incorporaciones, el Pelirrojo (¿y lo que nos hemos caído en gracia este chico y yo qué?), se suben a Escocia con la frago hasta arriba de libros preciosísimos y valiosísimos. El Pelirrojo no conduce, así que me toca hacerme un London-Edinburgh seguido de un Edinburgh-London. Pararemos a mitad de camino, en Hull - votado los dos últimos años como el peor lugar de la Gran Patraña - donde viven los padres del Pelirrojo. El chico me ha hablado maravillas sobre los bares infernales que visitaremos el viernes-noche y la belleza de las mujeres allí congragadas. Vamos, un cuadro.
En Edimburgo me quedan algunos amiguitos, y entre eso, que vamos sin jefes y que el Festival estará en pleno apogeo... repito: beat that! Además el Jefe nos paga hasta dietas y podemos llevarnos la Visa de la bookshop por si acaso.
Decía que agosto es lo más, que mola un montón. Hasta mi trabajo me da pereza de lo contenta que estoy. Podría escribir de nuevo cosas tipo:
" Me compré unas zapatillas rojas porque estaban de oferta. Mi madre me compró unas marrones que eran más baratas todavía. Mi abuelo podría morirse muy pronto y yo sólo pienso en cortarme el pelo y teñirlo de blanco, como Annie Lennox."
Pero ya ha pasado un año. Las zapatillas rojas las uso sólo para estar por casa. Les quité los cordones y se los puse a otras converse de palo azules que me compré en Beijing y que sin querer un día lavé con un vestido rojo que destiñe y pasaron a ser rosa-feo. Un día murieron y mi madre me mandó otras converse de palo de pana negras que a día de hoy lucen los dichosos cordones rojos. Las marrones que me regaló hace un año también eran de pana y también murieron tiempo ha. Yo misma me compré hace cosa de un mes unas vans marrones que estaban de oferta. Mi abuelo sigue vivo, ¡toma ya!, y me teñí por fin el pelo de blanco sorayil en marzo o abril de este año. Hace poco el mismo Peluquero (mallorquín) me lo cortó harto y parezco más bollera que nunca. Como siempre, una monería.
Yo que sé.
3 comentarios:
Sabes que siempre me meteré con tus Converse de pana!!!! jajajajajaja!!!!
Adoro las vacas con fleguillo escocesas!!! Me ha encantado la fotíviri.
Y sí, Agosto es lo más y aún nos queda la mitad!!!!
PD: Vuelve al facebook, es lo peor, pero si no no hay manera de saber de vd!!!
lu te amo
Guapa, volvere al Facy, quizas cuando regrese a Londres... Siempre podras encontrarme aqui, y en my lovely flesh a principios de septiembre... en su ciudad, que es la mia. Muaks!!
Ana Brown en el papel de Miranda, MAPTEI = mi amor por ti es inmortal. Mandame pronto algun poema de tu punyo y letra, que bien sabes que las mujeres semos las de la intuicion. Sandy teeth.
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