lunes, 24 de agosto de 2009

And then we came to the end

Es el título de un gran libro, by Joshua Ferris. Ya lo he recomendado en otras ocasiones. Y esta es mi última Carta a Ro. Todo lo bueno acaba.


Rocío, amiga,

El buen tiempo parece haber llegado a Londres para quedarse. Es bello. Yo también soy bella. ¿Por qué te empeñaste siempre en compararme con un cuenco? Mi autoestima ha estado bajo cero por los siglos de los siglos por tu culpa. Lo sé, culpar no es ni sano ni justo, pero Es. Mea Culpa.

Te comento que de un tiempo a esta parte me siento mucho mejor conmigo misma. Desde que decidí hacer caso omiso del sabio consejo inglés "one apple a day keeps the doctor away" todo me va de lujo. Sigo tratando de triunfar como periodista necrológica. Escribir obituarios con un puntito de mala leche es lo mío, siempre lo supimos, ¿o me lo vas a negar?

Hoy mismo uno de mis flatmates se ha cargado un ratón a hachazos, y he aquí lo que me ha inspirado:


Ratón, corazón,
Viniste al mundo para morir.
No te dio tiempo a gozar Legoland,
Pero sí a morir.
No es tan guay en realidad, Legoland.
Es preferible morir.
Las colas que suele haber para entrar en Legoland
Son colas que me hacen preferir morir
A pasar un día lluvioso en Legoland.

RIP, y ánimo.

Es mi mejor necrología hasta la fecha. ¿Qué opinas? Rimar con arte y soltura no es tan difícil como la gente se piensa. De hecho ahí está el problema: que la gente no piensa. Sólo comen y toman el sol. Lloro de pensar en cómo será el mundo en el 2020, si la gran mayoría sigue tan absorta en lo que no debe. ¡Menos cheerleaders y más sarampión! Veo un mañana oscuro, es hora de quitarme la banda negra de los ojos. Además, pica.

Con respeto,

Lu

Londres, a 25 de mayo de 2009

lunes, 17 de agosto de 2009

Edimburgo es tan bello

Mi capacidad para estresarme es infinita. Nunca os lo habia dicho? Este teclado no tiene acentos.

1. El Compi (pelirrojo) y yo salimos en la furgo desde Londres el viernes por la manana.

2. Dormimos en un lugar llamado Beverley, a mitad de camino.

3. Llegamos a Edimburgo el sabado por la tarde.

4. El Compi no tiene donde caerse muerto. La cama que nos habian asegurado de pronto esta ocupada por la madre de no se quien. Todos mis amigos/conocidos estan hasta los topes de visitas. Festival!

5. La ciudad rebosa turistas, parece Disneylandia.

6. Aparcamos la furgo en el parking del Castillo y recogemos las llaves de mi amiga, la griega que trabaja en la Filmhouse.

7. Conducimos hasta su casa. Vive en un tercero sin ascensor.

8. Subimos las veinte cajas de joyas encuadernadas. Asi, como suena.

9. Muerte y devastacion.

10. Ducha y al pub de cabeza.

11. Sopla un viento que pa que y la amputacion es preferible a cualquier beer garden. Que lastima haber vuelto a fumar.

12. Vienen dos amigas. Cruzamos el parque y vamos a una fiesta en casa de alguien.

13. Gin & Tonics, profiteroles y un brandy rumano casero que sabe a infierno.

14. Conocemos a gente. Edimburgo siempre fue asi.

15. Taxi al hogar. Son las 3 am.

16. El Compi duerme en el salon de mi amiga, en el suelo.

17. El despertador suena a las ocho. Todo lo que sube baja y nos toca bajarnos a pulso las veinte cajas.

18. Conducimos hasta el hotel que alberga la Feria Anticuaria y montamos nuestro stand.

19. Merecido Full English Breakfast para reponer fuerzas.

20. Empieza la Feria.

21. Me doy una vuelta por las carpas del Edinburgh Book Festival junto a nuestra Feria y encuentro casi regalado lo ultimo de Jeanette Winterson. Garrison Keillor firma ejemplares en la carpa de la London Review of Books. Jenny Diski viene el viernes.

22. Camino a la Filmhouse dispuesta a echarme una siestecita durante una pelicula italiana que esta a punto de empezar. Me arrepiento y voy con mi amiga a la caravana-creperia donde trabaja otra amiga. Crepes sin parar.

23. Vuelvo a la feria tras tres horas de ausencia. Hemos vendido la friolera de 9 libras. El escoces a nuestra derecha lleva ganadas mas de mil.

24. Me paso las siguientes tres horas leyendo The Benefactor, la primera novela de Susan Sontag. Me gusta el contenido, que no la forma.

25. Son las seis, termina la Feria por hoy y llevamos 24 libras. Con humor. El Compi sigue sin tener donde caerse muerto.

26. Nos pegamos un homenaje en el bar (reconvertido en restaurante) donde yo solia trabajar. El reencuentro es bello y hay descuentos importantes.

27. Conducimos hasta el otro lado de la ciudad para que el Compi acampe una noche en el sofa de un irlandes desconocido.

28. Tardamos un buen rato en aparcar la furgo en un lugar gratuito. El Compi y yo comenzamos a odiarnos, con amor.

29. Caminamos desde Glasgow (donde hemos encontrado aparcamiento) al centro de Edimburgo. Nos cuesta pero logramos encontrar el bar donde trabaja una tipa que nos presentaron la noche anterior. Rones dobles gratis.

30. Justo empieza uno de los multiples Free Shows que el festival ofrece y para alla que vamos.

31. El Compi repite sin parar que le habia prometido una cama. Me odia.

32. El show, a cargo de dos neoyorkinas super cachondas, nos congratula a todos, en especial el sketch en el que una de ellas hace de jovencita cursi que se enamora de su desayuno (porridge) y se lo refolla y luego se queda hecha polvo cuando el porridge le "dice" que no busca pareja estable sino solo divertirse. IMPRESIONANTE.

33. El Compi se queja repetidas veces del sofa que le espera y en general de su futuro incierto. Le odio.

34. Mas rones dobles que saben mejor dada su gratuidad.

35. El Compi y yo nos despedimos a las 2 am y cada uno tira hacia su lugar de acogida nocturna. No hay abrazo que valga.

36. El Compi perturba mis suenyos llamandome histerico (y borracho) porque las llaves del irlandes desconocido no funcionan. Habia acertado el piso, pero no la puerta.

37. Duermo bastante bien y me despierto con la alegria de tener el dia libre.

38. Por fin paso una manana de calidad con mi amiga, poniendonos al dia y quejandonos de las mujeres.

39. Salgo a comprar una colchoneta hinchable para que el Compi duerma en el salon de mi amiga el resto de la semana.

40. Mensaje del Compi una hora antes de que termine el segundo dia de la Feria: no hemos vendido nada y quiere suicidarse.

41. Lo vemos claro: MOJITOS.

lunes, 10 de agosto de 2009

Am I sleeping or just ignoring the fact that I'm alive?

Agosto es lo más. Mola un montón.

Hace una semana me tiré cinco días espontáneos en Menorca con Ana e Inés. Beat that!

El viernes me voy a Edimburgo diez días. Mi bookshop forma parte de la Antiquarian Bookfair, que a su vez forma parte del Edinburgh Book Festival, que a su vez forma parte del Edinburgh International Festival, que en sí mismo y con cada una de sus ramificaciones es de lo mejorcito que puedes vivir en esta vida. ¿Exagero? A mí me encanta. El Festival digo. Y exagerar también.

El plan inicial era que el Jefe, Polaca II y yo iríamos juntitos y en unión. Yo trabajaría de sábado a jueves mientras ellos inspeccionaban las bellas Scottish Highlands y luego yo tendría vacaciones de viernes a miércoles. Pero los tortolitos por fin han pillado una casa juntos y entre la mudanza y pitos y flautas no tienen tiempo material para Edimburgo. Conclusión: Lucía y una de las Nuevas Incorporaciones, el Pelirrojo (¿y lo que nos hemos caído en gracia este chico y yo qué?), se suben a Escocia con la frago hasta arriba de libros preciosísimos y valiosísimos. El Pelirrojo no conduce, así que me toca hacerme un London-Edinburgh seguido de un Edinburgh-London. Pararemos a mitad de camino, en Hull - votado los dos últimos años como el peor lugar de la Gran Patraña - donde viven los padres del Pelirrojo. El chico me ha hablado maravillas sobre los bares infernales que visitaremos el viernes-noche y la belleza de las mujeres allí congragadas. Vamos, un cuadro.

En Edimburgo me quedan algunos amiguitos, y entre eso, que vamos sin jefes y que el Festival estará en pleno apogeo... repito: beat that! Además el Jefe nos paga hasta dietas y podemos llevarnos la Visa de la bookshop por si acaso.




Cow de las Highlands


Decía que agosto es lo más, que mola un montón. Hasta mi trabajo me da pereza de lo contenta que estoy. Podría escribir de nuevo cosas tipo:


" Me compré unas zapatillas rojas porque estaban de oferta. Mi madre me compró unas marrones que eran más baratas todavía. Mi abuelo podría morirse muy pronto y yo sólo pienso en cortarme el pelo y teñirlo de blanco, como Annie Lennox."

Pero ya ha pasado un año. Las zapatillas rojas las uso sólo para estar por casa. Les quité los cordones y se los puse a otras converse de palo azules que me compré en Beijing y que sin querer un día lavé con un vestido rojo que destiñe y pasaron a ser rosa-feo. Un día murieron y mi madre me mandó otras converse de palo de pana negras que a día de hoy lucen los dichosos cordones rojos. Las marrones que me regaló hace un año también eran de pana y también murieron tiempo ha. Yo misma me compré hace cosa de un mes unas vans marrones que estaban de oferta. Mi abuelo sigue vivo, ¡toma ya!, y me teñí por fin el pelo de blanco sorayil en marzo o abril de este año. Hace poco el mismo Peluquero (mallorquín) me lo cortó harto y parezco más bollera que nunca. Como siempre, una monería.

Yo que sé.

viernes, 7 de agosto de 2009

Cartas a Ro

Querida Ro,

Después de una semana espectacular vuelvo a Londres tal y como vine: con picor capilar y rezumando un gusto exquisito al vestir. No creo que te haya pasado inadvertido el hecho de que no nos hayamos visto. No quiero conocer tu opinión al respecto, sólo te reiteraré una y mil veces que mucho mejor así.

Fue harto complicado y agotador ver a todos mis amigos y conocidos. Siete millones son muchos millones. Matemáticamente supone 0,0864 segundos para cada uno (bueno, un poquito más teniendo en cuenta que la parte que te hubiera tocado a ti se repartió entre todos). No he dado abasto, my love. Me llegaba la camisa al cuello malamente, así que opté por los tirantes. No de esos con la bandera española que tú solías llevar en las Fiestas de Guardar, sino unos mucho más modernos, de Snoopy.

Lo he visto todo: del Guernika al Bernabéu, Moratalaz, Lavapiés, el Retiro, Casa Campo y Ateneo. En Madrid no hay playa, vaya truño. Me ha faltado solamente el Cristo de Medinaceli, la Torre Eiffel, el Gran Cañón del Colorado y en general todo lo que viene a estar fuera de la provincia de Madrid.

Intenté pedir audiencia con el alcalde. Me enteré de que esta semana - y no otra - iba a otorgar medallitas a los hijos pródigos de esta nuestra villa y, confío estarás conmigo, ¿quién merece tal honor tanto como yo, y más ahora que murió el panadero de Barrio Sésamo? Me quedé de una pieza no sólo cuando se negaron a dejarme entrar en el Ayuntamiento semi desnuda de pies para abajo y de hombros para arriba (en medio llevaba un vestido ideal que asemejaba un abeto navideño con móviles ya inservibles a modo de espumillón) sino cuando el alcalde en persona pasó a mi vera al abandonar el edificio y hurtó uno de mis teléfonos colgantes así, de soslayo. Enseguida reparó en que no funcionaba y puso una conferencia a Hawai para hablar con los delfines asesinos. ¿A que te quedas muerta?

Your’s Faithfully,

Lucía


Barajas, a 21 de mayo de 2009