Y es que en estas últimas dos semanas de afonía bloguera he descubierto muchas cosas sobre mí misma que jamás sospeché. A saber: mi profesión ideal es la de Pirata, si fuera un personaje de Friends sería Chendler, si fuera un concursante del primero Operación Triunfo sin duda Nuria Fergó (¡bien!), si fuera una estrella de cine sería Drew Barrymore, si me dedicara al rock ochentero lo haría como Cindy Lauper, el barrio madrileño que más le pega a mi personalidad liberal es La Latina, mi edad real son siete años, de todos los personajes de Lost soy Jack, si trabajara en la Iniciativa Dharma lo haría en La Orquidea y me parezco al hermano pequeño de los Hanson. Desde que he aceptado mis obsesiones y mis enganches infinitos soy más feliz.
Como úlitmamente no me ha ocurrido nada demasiado interesante - y si ha sucedido es personal e intransferible vía blog - hablaré de mi trabajo y de mis compis, que les tengo muy abandonados.
Polaca I se fue y hace poco estábamos Polaca II y yo hablando de algo y va y me suelta que Polaca I me amaba más bien poco. ¿Hola? ¡¿Por qué?! La respuesta no pudo ser peor: porque no le gustaba cómo trabajas. ¿Hola? ¡¿Por qué?! Vale que en ocasiones puedo ser un poco rancia, pero mi naturalidad y mi nula capacidad para soportar clientes indeseables me han situado en el primer puesto del ranking de popularidad entre los compis. POPULAR. En cuanto aparece alguno de estos cretinos recurrentes - que se enfadan porque no queremos saber nada de sus libros semi carcomidos por el polvo, el tiempo y la devastación - me llaman a mí para que les ilustre la situación que parece escapárseles. Y me escuchan, vaya si lo hacen. Hemos llegado a la conclusión de que mi cara de niña buena seria unida a mi acentazo español y a mi entonación más bien parca configuran la combinación ideal para que la chusma nos deje en paz:
"My colleague has already told you we are not interested"
(O lo que es lo mismo)
"Que te he dicho ya que no"
Saben que no tengo escrúpulos - si alguien me cae mal o no demasiado bien - a la hora de decir "no, no tengo ese libro" sin molestarme si quiera en hacer amago de buscarlo. Es posible que Polaca I sí tuviera motivos de queja hacia mi actitud laboral... pero ella no era popular, sino temida. ¡Ja! Y mira que a mí ella me caía bien. (Obviamente estoy exagerando)
Mi horario habitual es de martes a sábado. De martes a jueves trabajo con Polaca II y una Alemana Nueva también conocida como Riñonera (lleva una siempre atada, expediente x total). Con Polaca II el buen rollismo es mutuo, a pesar de que en el terreno personal chocamos por todos lados. Como libreras hacemos buena pareja.
Los viernes y los sábados, en cambio, trabajo sólo con chicos. Sin contar al Lituano que no sale del sótano en la tienda estamos el Músico y un Inglés Nuevo que ha resultado ser un magnífico fichaje. Rápido y muy gracioso. Formamos un trío de lo más pintoresco y trabajamos con gran ahínco a la par que con una relajación digna de alabanza. Me miman harto. Los sábados, por ejemplo, saben que es más que probable que mis condiciones físicas dejen bastante que desear, y suelen hacer la vista gorda si me siento en una silla tres horas seguidas y sin pretender que estoy ocupada.
La verdad es que no he hablado mucho de mis compis sino de mí, yo, me, mi, conmigo. A ver si va a resultar cierto eso de que un blog es un vehículo para la autocomplacencia. Como dice Carlos Pujol en su impresionante La Sombra del Tiempo (no confundir con La sombra del viento):
Nos empeñamos en que hasta la menor de nuestras bobadas dure eternamente.
Llevo un día de perros por motivos personales y profesionales. Entre estos últimos destaca mi intención de terminar de ordenar algún día la sección de Ficción. Llevo tres días y con suerte mañana acabo, consciente en todo momento de que antes de la semana que viene estará hecha un cristo otra vez. Hay secciones que por mucho que te hernies no lucen nada.
Y hablando de Ficción... Por fin mi jubilosa lectura de Emma ha concluído para siempre. Noto que mis ganas de leer - que no de escribir - van recuperándose y he empezado la Autobiografía de Buñuel y Si una noche de invierno un viajero de Italo Calvino. Ambos pintan estupendamente.
Emma, by the way, es un alucine. Si alguien conoce a algún autor@ que combine en su pluma las habilidades descriptivas y sociales de Gorki y la mala leche de Jane Austen... ¡que me lo diga ya!
Por último comentar que tengo un cliente/admirador no secreto que me pone de los nervios. Me persigue por la tienda y me mira de esa manera que me provoca desear una muerte lenta y dolorosa para él y para mí un ropaje futurístico que no deje pasar los rayos láser oculares con los que me desviste sin pudor. ¡Que asco dios!
5 comentarios:
vale
Cuando esté en tu tienda el admirador...Hablale sobre lo buena que está tu compañera,ya veras como te deja en paz...
what about your level of coolness? :P
It's a hundred percent natural.
Would you like some juice?
I finished it.
P
¿Has probado con "La feria de las vanidades" de Thackeray? Retrato social + espectacular mala leche + gran villana + folletín.
"Si una noche..." es tan infinita que no cabe en ninguna parte. Quiero a una Lectora en mi vida.
Cambiando de género, "El mapa del tiempo" de Félix J. Palma es una gran novela de aventuras, ciencia ficción y ambición literaria.
La música se está grabando y pronto estará en camino.
Publicar un comentario