Berlín es una ciudad muy tranquila. Mi amor por Londres sigue siendo insuperable, pero ya no me entra la congoja cuando en mi mente surge alguno de sus rincones. De los 31 libros que he leído este año, me quedo con el descubrimiento de un autor genial (que de momento voy a mantener top-secret) y con ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?, de mi admirada Jeanette Winterson.
Hoy, al despertarme tras una noche de sueño de ofuscación profunda, sentía como si estuviera metida dentro de una cajita. Y eso significa una cosa: necesito recuperar a Patsy: