lunes, 20 de febrero de 2012

Alice Parrinder

Una vez, yo vivía en Ibiza, en la casa de unos alemanes cuyos perros-patada espolvoreaban cada rincón con sus caquitas hiper enanas pero harto pestilentes, como un brick de sopa de verduras olvidado en la nevera de cierta bookshop londinense y que yo misma he tenido que tirar esta mañana tras el soponcio de ir a coger la leche para el café.

La casa tenía piscina, y yo trabajaba – oh yeah – en un chiringuito en una playa cercana. De aquellos días recuerdo comer donettes mientras veía partidos del Mundial 2006; recuerdo tomar prestada absenta de un supermercado; recuerdo que me hacían barrer el caminito de baldosas de madera que iban de la terraza al mar y que por supuesto volvían a llenarse de arena nada más barrerlas; recuerdo que los guiris pedían sandwiches de patatas fritas y miraban con asco las paellas que los turistas patrios encargaban cada domingo.

Pero sobre todo recuerdo lo que pensé la primera vez que vi mi cuarto (era nuestro cuarto en realidad), con su cama doble, su terraza y su mesa: aquí escribiré mi novela.

¿Cuántas veces he dicho eso? Anuncio: la última fue ayer, y me tire todo el día en la cama leyendo a Erich Fromm y quedándome frita sin venir a cuento. La novela se llamará, maybe, Alice Parrinder. Aunque las protagonistas se llamen Andrea (las dos). Rocío no sale = ¡es una novela seria!

Dice Erich que hay quien escribe (o pinta, o se droga) para no sentirse tan solo, para que la sensacion de aislamiento que todo ser humano tiene desaparezca, aunque solo sea un ratito. Si esto es verdad, y teniendo en cuenta que no escribo casi nunca… Pues eso.

lunes, 13 de febrero de 2012

Automática Editorial ya está aquí

Hoy, lunes 13 de febrero de 2012, ha salido al mercado nuestro primer libro. Disculpad la falta de tacto, pero voy a autopublicitarme un poco:



Contacto: comunicacion@automaticaeditorial.com
Facebook:
Automática Editorial
Web:
www.automaticaeditorial.com
Blog:
http://automaticaeditorialblog.blogspot.com/


Preguntad por ahí,

en vuestra librería amiga.

sábado, 11 de febrero de 2012

Lucía Lanfish Vs The Haggerston


Tengo una amiga, Diana (la etnógrafa despechada) que es muy pesada, y ahora le ha dado por la, ¿adivinan?, sí, apocalip, sí, pues por la Etnografía. Cansina es poco, pero a mí me va (la Etnografía, de ella me acabo de divorciar en FB).


Decía que la Etnografía es un método para adentrarse en una situación totalmente ajena a ti y empatizar hasta límites insospechados con la gente que allí encuentres y las situaciones que esta gente desconocidísima para ti propongan. Ej: ser china, no haber pisado una iglesia occidental en tu vida, aventurarte en una, mimetizarte con el ambiente creyentil que allí haya, tomar toda suerte de notas al respecto y volver a tu casa con un informe de putamae sobre todas tus experiencias ahí experienciadas.


Entonces, hace un par de sábados quedé yo con los amichis para tomar algo en un pub del barrio, The Haggerston. Todo muy normal.


Entonces, decidí inventarme un álter-ego (Diana dice que se llama némesis, pero está muy equivocada; némesis es el enemigo) e introducir mi cuerpazo en esa situación (pub) para nada desconocida para Lu (yo) pero totalmente alien para mi álter-ego.


Entonces, mi álter-ego, Lucía Lanfish, no suele salir de fiesta, y es en general lo más opuesta a mí que podáis imaginaros. Para empezar, me puse unas mallas infernales, negras, y unas botas con cuña y una especie de abrigo/cosa hasta los (casi) tobillos y pretendí pretender que no estaba en mi salsa, que aquella situación (pub en East London) era súper novedosa para mí.


Pues bien: fracaso total. Lu fue Lu (vestida cual mamarracha, eso es así), pero no logré abstraerme de mí misma. Seguí siendo yo (Lu), hablé con la misma gente de siempre, de los mismas temas de siempre, y mi conclusión en esta primera aventura etnográfica-alteregoística es:


TRUÑO.

domingo, 5 de febrero de 2012

Esto empieza a oler a despedida... ¡Londres te anmo!

Antes de que empezara a nevar, el sábado pasado, Patsy y yo nos fuimos de aventura muy lejos, al otro lado de Wanstead (que está muy lejos). Vimos lagos, parques, gaviotas, patos, gente que echaba azúcar a los troncos de los árboles, barro, perros. Hasta que por fin llegamos a nuestro destino:



THE CITY OF LONDON CEMETERY


(a mí me recordó al Pere Lachaise pero en ordenado y con verde)